El presidente Donald Trump quiere explorar una propuesta rechazada dos veces para enviar migrantes a ciudades santuario, informó el domingo la Casa Blanca, aunque no sea la solución preferida para arreglar el sistema migratorio.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, dijo que es una de muchas opciones sobre la mesa.
La administración Trump está lidiando con un influjo masivo de centroamericanos que cruzan la frontera y que han llevado al sistema de inmigración a un punto del colapso.
Las leyes dificultan el regreso rápido de los migrantes, y muchos pasan años en Estados Unidos esperando que se atiendan sus casos. Otros solicitan asilo y esperan mucho tiempo, pero mientras viven y trabajan en el país como querían.
Las llamadas ciudades santuario, como Nueva York y San Francisco, son aquellas que prohíben a las autoridades locales cooperar con los agentes federales de migración, a menudo rehusándose a mantener retenidos a migrantes.
Sanders dijo que la idea sería repartir la cantidad de migrantes para que el peso no caiga únicamente en “una o dos comunidades fronterizas”.
“Al presidente le gusta la idea y los demócratas han dicho que quieren que estas personas entren en sus comunidades, así que veamos si funciona y todos obtendrán una victoria”, dijo Sanders. “Una vez más, esta no es la situación ideal”.
EEUU
Trump tuiteó el sábado por la noche que EEUU tiene el “derecho legal absoluto de transferir a inmigrantes ilegales a Ciudades Santuarios”.
Personas que están al tanto de las discusiones dicen que el plan ya se rechazó dos veces, primero en noviembre y nuevamente en febrero, porque funcionarios de Seguridad Nacional dijeron que costaría mucho tiempo y dinero.
Las personas no estaban autorizadas a informar públicamente y hablaron con The Associated Press bajo condición de anonimato.
El plan podría hacer más difícil para las autoridades del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) arrestar a las personas que enfrentan la deportación, ya que las llamadas ciudades santuario no cooperan con el ICE.
Sanders hizo los comentarios el domingo en “This Week” y “Fox News Sunday” de ABC.
Los demócratas criticaron la propuesta de la Casa Blanca como nada más que una maniobra política.
“Miren, uno no puede amenazar a alguien con algo que esa persona no le teme”, dijo el gobernador del estado de Washington Jay Inslee. “Y en el estado de Washington no le tememos a la diversidad, todo lo contrario, nos encanta. Es la base de nuestro éxito económico y cultural. Somos un estado de inmigrantes”
El presidente de la Comisión der Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, Bennie Thompson, cuestionó la legalidad de la propuesta.
“Es otra vez Trump inventando eso de la crisis en la frontera”, dijo Thompson, añadiendo que los demócratas están más que dispuestos a negociar sobre leyes de inmigración.