El gobierno del presidente Donald Trump le pidió al Congreso otros $4,500 millones en fondos de emergencia para lidiar con el pronunciado aumento de migrantes centroamericanos en la frontera con México, y la mayoría del dinero sería destinado a albergues y atención.
El número de familias y niños que llegan solos a la frontera sobrepasa el número de adultos solos y sus necesidades son muy diferentes.
Estados Unidos está por llegar a un millón de cruces este año, el mayor número desde principios de la década del 2000, cuando en su mayoría ingresaban hombres solos de México y fácilmente eran regresados.
Las estaciones fronterizas no fueron construidas para lidiar con un volumen tan elevado de niños y familias, y han sido llevadas a su límite.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EEUU (CBP) se topó el martes con el grupo más numeroso de migrantes que haya visto en su historia: 424 personas, la mayoría niños y familias, en una zona rural de Nuevo México.
Sin embargo, que los demócratas y republicanos lleguen a un acuerdo en el tema ha sido un desafío, en parte por la dura retórica de Trump en materia de inmigración y sus promesas políticas sobre la seguridad fronteriza.
No está claro si el Congreso aprobará dicha petición, sobre todo porque se presenta inmediatamente después del cierre de gobierno más largo en la historia, causado por la exigencia de Trump de financiar el muro fronterizo y su subsecuente declaración de emergencia nacional, con la cual soslayó al Congreso para buscar financiamiento en otra parte.
EEUU
No obstante, este dinero no se utilizaría para barreras fronterizas, según un alto funcionario del gobierno que habló con la prensa bajo condición de anonimato.
Se utilizaría para atender necesidades humanitarias de emergencia, dicen, y el dinero se necesita urgentemente. Insistieron en que los fondos son distintos a los que Trump busca tener disponibles a través de la declaración de emergencia nacional.
La presidenta de la Comisión de Asignaciones Presupuestarias de la Cámara de Representantes, Nita Lowey, dijo que el gobierno de Trump contribuyó a la crisis en la frontera y que su comité revisará a profundidad la propuesta.
“Como país, debemos hacer más para satisfacer las necesidades de los migrantes, sobre todos de los niños y familias, que llegan cada vez en mayor número”, dijo. “Sin embargo, el gobierno de Trump parece querer que gran parte de esta petición adicional de $4,500 millones se destine a políticas crueles y mal concebidas”.
La Casa Blanca quiere $3,300 millones para aumentar la capacidad de los albergues a donde llegan niños no acompañados, y para alimentar y atender a las familias, además de transportación y centros de procesamiento.
Otros $1,100 millones irían a operaciones de apoyo, como el pago de personal, la instalación de camas, transporte e investigaciones sobre el contrabando. Los restantes 178 millones se destinarán a tareas de apoyo, como mejoras en la tecnología y ajustes salariales.
“El DHS (Departamento de Seguridad Nacional) calcula que sus recursos se agotarán antes del cierre del año fiscal”, dice la carta oficial enviada al Congreso y obtenida por la AP. “Sin los recursos adicionales”, agrega, “la seguridad y el bienestar de los agentes policiales y de los migrantes está bajo riesgo sustancial”.
Añade que el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EEUU (HHS por sus iniciales en inglés), que se encarga de los niños migrantes que llegan solos o que han sido separados de sus familias por las autoridades, agotará sus recursos antes de junio. La petición de fondos incluye $2,800 millones para aumentar la capacidad de los albergues a $23,600 camas para menores no acompañados.
La CBP se encontró a 50,036 menores no acompañados durante el último año fiscal, y en lo que va de este año fiscal, han sido 35,898 niños. El promedio de su estadía en un albergue gubernamental es de 66 días, comparados con 59 días durante el año fiscal de 2018 y con 40 días durante el año fiscal 2016.
El secretario interino de Seguridad Nacional Kevin McAleenan dijo el martes durante una comparecencia ante el Congreso que su departamento estaba corto de fondos debido al ingreso masivo de migrantes en la frontera con México y que habría una petición suplementaria.
McAleenan dijo que los fondos serán usados para construir albergues permanentes y temporales para procesar a familias y niños, y facilitar su detención.
En una carta escrita a la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi, Russell Vought, vicedirector de la Oficina de Administración y Presupuesto, dijo que la crisis saturaba la capacidad de respuesta del gobierno federal.
“La situación se vuelve más urgente cada día”, escribió.