CHICAGO- Una mujer, su hija y un hombre fueron acusados de asesinato en conexión con la muerte de Marlen Ochoa, cuyo cuerpo fue hallado en una residencia al suroeste de la ciudad y luego de que se confirmó que su bebé le fue "sacado a la fuerza" de su vientre al morir.
Clarissa Figueroa, de 46 años, y su hija Desiree Figueroa, de 24 años, residentes de la cuadra 4100 de la calle 77 place, enfrenta cada una un cargo de asesinato en primer grado.
Ambas madre e hija también fueron acusadas de un cargo de agresión agravada de un menor de 13 años resultando en incapacidad permanente, dijeron las autoridades, sobre la condición del bebé de Ochoa.
El novio de Clarissa, Piotr Bobak, de 40 años, enfrenta cargos graves por encubrir un homicidio y ocultar la muerte de una persona, dijo la policía.
El jueves en una rueda de prensa, Eddie Johnson, jefe de la policía de Chicago dijo que la madre y la hija habían estrangulado a Ochoa con un cable y que luego le cortaron su vientre para extraerle el bebé.
“No existen palabras para describir lo repugnante y perturbador de estas acusaciones”, dijo Johnson.
"Me gustaría ofrecer mis más sinceras condolencias y oraciones a la familia de Marlen, quien, en lugar de celebrar la llegada de una nueva vida, ahora están de luto por su perdida, mientras que al mismo tiempo tienen que cuidar y velar por su bebé que está en condición grave".
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“La escena del crimen es horrible”, dijo en la misma rueda de prensa, el subjefe de la policía Brendan Deenihan.
Deenihan explicó que el 23 de abril, fue cuando Marlen fue vista por última vez y que su esposo reportó su desaparición al día siguiente.
Desde ese día hasta el 7 de mayo dijo, que “los detectives con la ayuda de su familia y amigos trabajaron para tratar de localizar a Marlen y su auto" , y que en ese momento, las autoridades no tenían ni idea de que ella estaba en la residencia de Figueroa, aseguró Deenihan.
"Estuvimos usando toda la tecnología disponible para poder encontrar a Marlen y su auto, pero no pudimos hacerlo", y agregó que las autoridades también estaban revisando los hospitales para ver si Marlen había dado a luz.
Uno de los amigos de Marlen le dijo a los detectives que Marlen estaba en un grupo de chat en Facebook. Las autoridades luego descubrieron que Marlen "estaba en contacto con Clarissa Figueroa, quien es nuestra acusada en este momento, y que estaba involucrada en este grupo de Facebook.", dijo Deenihan.
La oficina del médico forense del condado de Cook dictaminó que la joven madre murió asfixiada por estrangulación con un cable y que su muerte se trató de un homicidio.
"Creemos que fue asesinada y que el bebé le fue removido a la fuerza de su matriz después de ese asesinato", dijo el jueves el portavoz de la policía de Chicago, Anthony Guglielmi.
El cuerpo de Ochoa fue encontrado luego de que la policía realizó un operativo en la residencia que culminó con el arresto de tres personas.
"Creemos que todos jugaron algún rol en este inefable acto de violencia", dijo Guglielmi.
Ese mismo día la pastora y una activista, quienes habían estado en contacto con la familia de Marlen Ochoa, confirmaron que el bebé de Marlen está en el hospital Christ en condición crítica.
Larry Merritt, vocero del departamento de bomberos de Chicago dijo que el pasado 23 de abril una mujer llamó al 911 y reportó que su bebé recién nacido estaba en peligro. Cuando llegaron los paramédicos “el bebé no respiraba, estaba azul”, agregó Merritt y que intentaron resucitarlo de camino al hospital.
La familia de Ochoa, quien estaba casada y tenía un hijo de 3 años, dijo que una mujer la invitó por Facebook a su casa y le ofreció una carriola y ropa de bebé.
"Ella estaba regalando ropa, supuestamente con el pretexto de que a sus hijas le habían regalado ropa y ellas tenían toda esta ropa para niño", dijo Cecilia García, portavoz de la familia.
Su familia la había estado buscando desde que desapareció hace más de tres semanas, organizando operativos, dando conferencias de prensa y presionando a la policía para que informara sobre las novedades del caso.
Un avance en la investigación llegó cuando la mujer que dijo que había dado a luz al bebé organizó una campaña de financiamiento en línea, dijo otra vocera de la familia Ochoa.
La campaña indicaba que el bebé estaba a punto de morir y necesitaban dinero para el funeral, dijo Sara Walker.
La policía realizó pruebas de ADN para determinar que Ochoa-López y su esposo, Yiovanni López, en realidad eran los padres de ese bebé, dijo Walker.
López ha estado visitando a su hijo en el hospital.
La policía identificó a la esposa de López como Marlen Ochoa-Uriostegui, pero dijo después que ella utilizaba el apellido de su esposo.