LA PAZ — La renuncia del presidente boliviano Evo Morales el domingo, luego de varias semanas de agitación social y denuncias de fraude en los comicios del 20 de octubre, deja un vacío sobre quién debe tomar el mandato, debido a que todos los posibles sucesores también dimitieron.
El artículo 169 de la Constitución señala que en caso de “impedimento o ausencia definitiva”, el presidente será reemplazado por el vicepresidente, y a falta de éste por el presidente del Senado o el presidente de los diputados, los que deberán llamar a elecciones “en un plazo máximo de 90 días” o tres meses.
Pero junto a Morales también renunció su vicepresidente, Álvaro García, la presidenta del Senado, Adriana Salvatierra. Más temprano lo había hecho el presidente de los diputados, Víctor Borda. Todos de las filas del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS).
La renuncia de Morales y García debe ser leída y aprobada por la Asamblea Legislativa dominada por el oficialismo. Hasta el domingo en la noche no se conocía de una convocatoria a sesión para el lunes.
La Constitución no prevé una situación como la que vive el país actualmente, pero hay el antecedente histórico de 2005, cuando el entonces presidente de la Corte Suprema asumió el mando tras una crisis social y política muy similar a la actual.
Algunos expertos dicen que mientras la Asamblea Legislativa elije a un sucesor, Morales debe seguir al frente del gobierno con los ministros que quedan.
Luis Fernando Camacho, líder de las protestas cívicas que asediaron a Morales durante casi 19 días, dijo que se debería convocar a una junta de notables para presidir el país y llamar a nuevos comicios. Aunque esa salida no es constitucional, hay voces en la calle que respaldan la propuesta.
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El expresidente Carlos Mesa, segundo en los cómputos por la alianza de centro Comunidad Ciudadana (CC), dijo domingo que no se debe “vulnerar la Constitución para no regalarle la excusa a Evo Morales de que fue víctima de un golpe de Estado”.
“Hay que ir por la salida constitucional y la Asamblea debe elegir al sucesor”, dijo.
Desde que estalló el conflicto, Morales había denunciado que estaba en marcha un golpe de Estado y acusó a Mesa y Camacho de confabular para derrocarlo. El domingo dijo que se consumó el golpe.
Según Mesa, será la Asamblea Legislativa la que decida a un sucesor. “Siempre hay la posibilidad de que la Asamblea elija de una manera clara a un presidente o presidenta del Senado o de diputados que pueda hacerse cargo” y llamar a elecciones.
El analista y profesor universitario Jorge Dulón dijo a la Associated Press que si no se da la sucesión según la carta magna, existe la posibilidad de que se elija a una “junta de notables” para que dirija el país.