WASHINGTON — El gobierno de Donald Trump anunció el lunes que extenderá la protección para más de 200.000 salvadoreños que residen en Estados Unidos amparados en la protección temporal migratoria conocida como TPS por sus siglas en inglés, en un espaldarazo para el presidente salvadoreño Nayib Bukele.
El embajador estadounidense Ronald Johnson dijo en un video junto a Bukele que el acuerdo “extiende el TPS para salvadoreños que están en Estados Unidos por un año más”.
El director de la Oficina estadounidense de Naturalizaciones, Ken Cuccinelli, escribió horas después en Twitter que no se trata de una extensión de TPS en términos legales --“Eso no fue lo que ocurrió”-- pero la consecuencia es en esencia la misma: los salvadoreños que residen en Estados Unidos con el TPS --que los protege de la deportación y les concede permisos de trabajo-- continuarán en esas condiciones al menos un año después de que termine el litigio actual en las cortes estadounidenses sobre el fin del alivio migratorio.
El Departamento de Seguridad Nacional dijo en un comunicado que extenderá hasta el 4 de enero de 2021 la validez de los permisos de trabajo actualmente en manos de salvadoreños con TPS.
“Esto es en reconocimiento al buen trabajo del gobierno de Nayib Bukele”, dijo Johnson.
El Departamento de Seguridad Nacional admitió que hay preocupación ante la posibilidad de que “el ingreso súbito de 250.000 personas a El Salvador pueda generar otra migración masiva hacia Estados Unidos y agravar la crisis en la frontera sur”.
El gobierno estadounidense ha presionado a México y a los países del Triángulo Norte de Centroamérica --Guatemala, Honduras y El Salvador-- para que dificulten el tránsito de personas hacia la frontera sur estadounidense.
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El Salvador firmó en septiembre un acuerdo con Washington para limitar el tránsito de migrantes y aceptar solicitudes de asilo de personas que deseaban llegar a Estados Unidos.
La canciller salvadoreña Alexandra Hill Tinoco dijo a reporteros en Washington que el acuerdo le da la comunidad salvadoreña más tiempo para buscar una ley que le otorgue permanentemente la naturalización a los portadores del TPS, pero el gobierno de Trump dijo que la meta del año de gracia es facilitar la repatriación de los salvadoreños.
Kerri Talbot, directora de Relaciones Gubernamentales de la organización Immigration Hub, calificó de “absurdo” que el gobierno de Trump “diga que la gente puede ir a El Salvador a pedir asilo, pero por otro lado la gente puede quedarse en Estados Unidos porque es demasiado peligroso volver”.
Bukele había enfrentado críticas en su país por haber suscrito un acuerdo migratorio con Estados Unidos que excluyera al TPS, pero Bukele tuiteó el lunes “decían que era imposible. No quisimos compartirlo antes porque podíamos entorpecer las conversaciones”.
José Palma, coordinador nacional de la Alianza Nacional TPS, una coalición de beneficiados con este estatus de varias naciones afincados a lo largo de Estados Unidos, dijo a reporteros que la falta de detalles puede complicar la estabilidad laboral de los beneficiarios.
“Necesitamos hallar una solución permanente. Esta protección temporal es grandiosa, pero también entendemos que este año se irá rápidamente”, indicó.
El TPS se concibió como un alivio migratorio para ciudadanos de países aquejados por guerras o desastres naturales. Estados Unidos inicialmente otorgó el TPS a los salvadoreños que huyeron de su país tras los terremotos de 2001.
El gobierno salvadoreño ha expresado preocupación por la posibilidad de tener que absorber a miles de connacionales si pierden bruscamente la protección del TPS.
Los repatriados frecuentemente son discriminados en El Salvador porque la gente asume que hicieron algo incorrecto que los obligó a regresar y suelen tener dificultades para obtener empleo y restablecerse.
Los dos países también firmaron el lunes convenios para que la policía fronteriza y aduanera (CBP por sus siglas en inglés) entrene personal en El Salvado
Los más de 190,000 salvadoreños en Estados Unidos amparados por el Estatus de Protección Temporal (TPS) podrán mantener este beneficio por un año más, anunciaron este lunes el presidente de El Salvador Nayib Bukele y el embajador de EE. UU. en el país centroamericano Ronald Johnson.
En un mensaje publicado en la cuenta de Twitter del primer mandatario, Johnson dijo que ambas partes firmaron el acuerdo de extensión del TPS este lunes en Washington.
“Esto es un reconocimiento de los logros y buen trabajo del gobierno de Nayib Bukele”, agregó.
Bukele explicó que esto le da tiempo adicional a los “varios tomadores de decisiones” para buscar una solución permanente.
“Seguiremos trabajando lado a lado para construir un El Salvador más próspero y mejor para todos”, dijo el presidente salvadoreño.
Tras reunirse con el presidente Donald Trump a finales de septiembre, Bukele dijo que se sentía “confiado” en que obtendrá un “resultado positivo” en relación con el futuro del TPS, y que funcionarios de su gobierno, entre ellos la canciller Alexandra Hill Tinoco, se estaban reuniendo con figuras importantes de la administración de Trump para llegar a una solución concreta.
El TPS es un beneficio que se otorga a ciudadanos de países que fueron afectados por desastres naturales o conflictos armados. Inmigrantes de Haití, Siria, Nepal, El Salvador o Somalia se han beneficiado de este alivio migratorio, que el gobierno de Estados Unidos ha ido renovando.