El primer síntoma en Rogelio Valles fue la sensación de tener telarañas cubriéndole el rostro, después perdió fuerza en una parte del cuerpo y aunque primero fue diagnosticado con cisticercosis, finalmente descubrió que tenía esclerosis múltiple, que ahora busca controlar con una nueva terapia.
"Cuando te dan un diagnóstico, te vienes para abajo", señaló Rogelio, quien vive con este padecimiento desde 2012.
A sus 45 años, como muchos de los pacientes como él, el futuro parecía incierto, sobre todo porque es una enfermedad altamente discapacitante, pues provoca que las neuronas pierdan comunicación entre ellas y el cuerpo pierda sus funciones.
La esclerosis múltiple, explicó la doctora Brenda Bertado, coordinadora de la Clínica de enfermedades desmielinizantes del Hospital Siglo XXI, es un padecimiento del sistema nervioso central de carácter autoinmune.
"Es una enfermedad crónica, sin cura y que afecta en su mayoría a personas de entre 20 y 40 años", aseguró Bertado. De acuerdo con la especialista, este es un padecimiento que afecta en México a unas 20,000 personas.
Entre las principales afectaciones están la incapacidad para caminar, la cual se muestra aproximadamente 15 años después del diagnóstico e incapacidad para realizar otras actividades cotidianas 25 años tras ser diagnosticados.
La mayoría de los pacientes, suelen tener alteraciones de sensibilidad, dolor muscular, problemas de equilibrio y coordinación, fatiga y trastornos del habla, además de estreñimiento, disfunción sexual y depresión. Es por ello que, para evitar complicaciones, resaltó Bertado, es indispensable el tratamiento oportuno.
Salud
Los tratamientos para este padecimiento suelen ser a base de inyecciones, las cuales deben aplicarse una vez a la semana y, en el caso de Rogelio, "tuvieron reacciones complicadas" en su cuerpo. Es por ello que optó por tomar cápsulas diariamente "pero en ocasiones las olvidaba", confesó.
Esto le tomó un año y medio hasta que su neurólogo le propuso migrar a un tratamiento novedoso, el cual consiste en dos tomas por año de solo 10 pastillas y se consigue una remisión de la enfermedad por un total de cuatro años.
"Antes me acordaba que estaba enfermo cada ocho días, pero tenía que acomodar mi trabajo y vida familiar, después (con las pastillas) me tenía que acordar diario. Ahora, a veces se me olvida que estoy enfermo", manifestó.
Rogelio se ha convertido así en el primer paciente en toda América Latina en terminar el ciclo de tratamiento, lo que no solo lo sorprende sino que lo compromete a ser una voz para quienes sufren esclerosis múltiple. "Ojalá hubiera más pacientes en mi situación de tener acceso al medicamento. No he tenido brotes en año y medio", aseguró orgulloso.
El nuevo tratamiento, que en agosto pasado fue aprobado por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) en México, ha hecho la diferencia, gracias a que de acuerdo con la doctora Ileana González, disminuye a las células que están fallando.
La neuróloga especialista en neurofisiología clínica, dijo que el medicamento ha mostrado, luego de un estudio en 2,000 pacientes de todo el mundo, que 47 % de ellos no tuvo ninguna recaída ni manifestación de síntomas en los dos años siguientes a terminar el ciclo.
Además de que se logró una mejor adherencia al tratamiento, gracias a su administración en ciclos cortos "y alta eficacia, lo que aumenta la adherencia del paciente".
En ese sentido, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la tasa de falta de adherencia al tratamiento en esclerosis múltiple a nivel mundial es del 44 %, similar al de enfermedades crónicas tales como la diabetes o la depresión.
Por el momento, el medicamento solo ayuda en un tipo de esclerosis múltiple conocida como recurrente remitente y se encuentra disponible a nivel privado, pero se espera que en pocos años pueda estar disponible en el sector público para beneficiar a todos los pacientes.