SAN LUIS OBISPO.— Un juez movió el miércoles el juicio por asesinato de Kristin Smart casi 150 millas tras dictaminar el mes pasado que su acusado asesino no podía tener un juicio justo en el condado de San Luis Obispo.
El juez del Tribunal Superior Craig Ban Rooyen anunció que Paul Flores será juzgado en el condado de Monterey, en la costa central de California.
La ciudad de Monterey está a unos 241 kilómetros al noroeste de San Luis Obispo.
Van Rooyen dijo que el Consejo Judicial de California lo ayudó a identificar dos condados como lugares potenciales donde Flores podría recibir un juicio justo, pero no mencionó el otro sitio, informó KEYT-TV.
Flores está acusado del asesinato de Smart, quien desapareció hace 25 años. Fue la última persona vista con una Smart muy intoxicada, el 25 de mayo de 1996, cuando la ayudó a llevarla a su dormitorio en la Universidad Politécnica Estatal de California en San Luis Obispo después de una fiesta, dijeron testigos.
Los fiscales dijeron que mató a Smart mientras intentaba violarla en su dormitorio.
Su padre, Rubén Flores, de 80 años, está acusado de ayudar a deshacerse de su cuerpo, que nunca fue encontrado.
Ambos hombres se han declarado inocentes.
Al otorgar una moción de cambio de jurisdicción para Flores y su padre el mes pasado, el juez dijo que una amplia cobertura de noticias del caso y un volumen de especulaciones en las redes sociales dificultarían encontrar un jurado imparcial.
Van Rooyen dijo que si bien el caso había recibido atención nacional, especialmente desde que los dos hombres fueron arrestados el año pasado, ha estado bajo escrutinio durante décadas en el condado costero relativamente pequeño de 283,000 habitantes.
El juicio estaba programado para comenzar el próximo lunes, pero en su lugar se llevará a cabo una audiencia para discutir una nueva fecha para el juicio.