El camino de Chris Richards al escenario mundial comenzó en Alabama, el lugar donde creció y que lo marcó.
El defensor de 22 años debuta en una Copa Mundial con el equipo nacional de Estados Unidos en Catar. Se une a un grupo joven de estadounidenses que se espera sean los más jovencitos en la cancha con un promedio de apenas 24 años, más de un año y medio menos que el siguiente equipo.
Richards es conocido por su precisión y habilidad para jugar en ambos lados en la defensa. Mide 6 pies 3 pulgadas y es el sueño de cualquier entrenador con una combinación de velocidad y fuerza a su disposición. Pero ahí no termina todo.
Desde que se fue a Europa en el 2018, Richards ha emergido como un vocero en contra del racismo en el fútbol.
CRECIENDO BIRRACIAL EN BIRMINGHAM, ALABAMA
Richards nació en Birmingham, Alabama, de una madre blanca y un padre negro.
Mientras el resto del país avanzó por las batallas legales del movimiento por los derechos civiles, partes de Alabama seguían profundamente segregadas. De hecho, la legislatura de Alabama no votó para remover la prohibición de las bodas interraciales hasta el 2000, siete meses después que Richards nació y 33 años después del histórico fallo de la Corte Suprema en Loving vs. Virginia.
“Hay lugares que son realmente malos, sino peores. Creo que se puede sentir la tensión ahora en algunas partes de Birmingham que no se sienten en otras partes del mundo”, dijo.
Richards recordó cuando su mamá recibía miradas no amigables cuando salía con él y recordó siendo cuestionado sobre si era adoptado, Dijo que cuando estaba creciendo aprendió a tener esperanza por lo mejor pero esperar lo peor.
“Creciendo en Birmingham ... .uno como que enfrenta estos problemas, pero es problema de los demás, no es un problema que yo tengo con ellos”, dijo. “Así que debes seguir con tu vida al cabo del día”.
Describió a sus padres como la columna vertebral de su vida y dijo que sus experiencias le han ayudado a navegar los desafíos que significan crecer como biracial. Su padre, Ken, dijo que él no le escapa a estas oportunidades y se enfoca en la elección de educar a su hijo acerca de los peligros de la brutalidad policial, comparado con la mayoría de sus amigos que son blancos.
INTRODUCCIÓN AL FÚTBOL A LOS 4 AÑOS
El fútbol fue el primer amor de Richards a los 4 años. A esa edad, aprendió rápido e hizo amigos para toda la vida en el proceso. Pero llegó con un precio.
Richards recordó ocasiones cuando recibía epítetos raciales y palabrotas por parte de padres u otros jugadores. En un caso particular, mientras jugaba como un pre-adolescente, Richards dijo que un oponente lo llamó “n…”, el horrendo epíteto racial, lo que generó una respuesta en su defensa de sus compañeros.
“Recuerdo que mis compañeros me defendieron. Fue un momento increíble”, dijo.
LLEVANDO SU TALENTO A ALEMANIA
Richards pasó sus primeros años como jugador en un club local en Hoover antes de mudarse a Texas a los 16 con el Houston Texans FC y eventualmente, con el FC Dallas. Apenas firmó con Dallas, el gigante alemán Bayern Munich golpeó a su puerta para llevarse al joven.
En aquel momento, el Bayern Munich tenía 28 títulos de la Bundesliga -tres veces más que su próximo competidor- y estaba empatado en el tercer lugar con cinco copas de UEFA Champions League.
Mayormente jugó en la reserva pero disfrutó cuatro triunfos en la Bundesliga y una copa de la Champions mientras jugaba al lado de la leyenda del fútbol, Robert Lewandowski.
Además, Richards dijo que Alemania era mucho más receptivo como país.
“Es como una cierta vibra que sientes cuando vas allí”, dijo. “Gente con diferentes pasados y experiencias, todas convergiendo juntas”.
Ken Richards, quien jugó al baloncesto en el extranjero, coincidió.
“Cuando está en casa y se encuentra con sus amigos o cuando está en Estados Unidos en general, me cuesta estar en paz, tranquilo…es loco porque cuando está en Alemania o en Europa, no tengo la misma preocupación”, dijo el padre.
Las experiencias de vida de Richards sumaron un duro golpe en mayo del 2020 con la muerte de George Floyd. Dijo que le costaba explicar a sus amigos en Alemania cómo un billete falso de $20 podía resultar en asesinato a plena luz del día.
“Como que le dio al mundo una probadita de lo que es ser negro en estados Unidos”, dijo.
RACISMO EN EUROPA
Cuando Richards alabó la hospitalidad alemana -hasta diciendo que se siente más seguro en Alemania que en su ciudad natal- es consciente del racismo en Europa, especialmente en el fútbol.
En el 2019, su compañero estadounidense Chris Gloster fue acosado durante un partido con el club alemán Hannover 96. Richards apoyó a Gloster en privado y en público por medio de Twitter, donde compartió su frustración.
Gloster dijo que el tuit de Richards significó muchísimo para él.
“Fue como loco ver cuánta gente siguió sus pasos para apoyarme”, dijo Gloster.
En Inglaterra, donde actualmente juega Richards con el Crystal Palace desde el verano, los jugadores de la Premier League y los jugadores del seleccionado se han encontrado en el centro de ataques racistas. Cuando Inglaterra perdió 3-2 en la final de la Euro en el 2020, hubo muchos abusos, principalmente en medios sociales, dirigidos a tres jugadores negros -- Bukayo Saka, Marcus Rashford y Jadon Sancho -- quienes erraron sus penales.
Richards sigue acercándose a otros jugadores para brindar su apoyo. No obstante, también recibe su dosis de acosos y odio.
Al joven estadounidense se lo puede ver en los medios sociales con una camiseta blanca con cuatro simples palabras -Dejen de ser racistas. Pero entre los comentarios de apoyo, hay respuestas de trolls, que se burlan de sus esfuerzos, con la respuesta “No, no creo que lo haré”.
SOBRE LOS HOMBROS DE MARTIN LUTHER KING JR.
Pese a los desafíos de crecer en Birmingham, lleva cierto apego a su ciudad natal.
“Birmingham tiene mucho carácter y creo que he ganado un poco de mi carácter de Birmingham”, dijo.
Es el carácter rico y su historia -con lo bueno, lo malo y lo feo- que Richards lleva con él. Fue allí donde Martin Luther King Jr. pasó más de una semana preso y escribió su famosa :Carta de una cárcel en Birmingham”, donde explicaba la urgencia de la integración y los derechos igualitarios, desafiando la noción que todas las leyes eran justas.
El hombro derecho de Richards tiene un tatuaje con el líder de los derechos humanos. Su niñez, 37 años después del asesinato del doctor King, sirve como un recordatorio de donde se encuentra hoy Birmingham, y el llamado de Richards ante la cara del racismo.