LOS ÁNGELES - Cuando Pau Gasol llegó a los Lakers de Los Ángeles hace poco más de 15 años, el pívot español de 7 pies dejó a un lado su ego, redobló su ética de trabajo e inmediatamente convirtió a ese equipo en un aspirante que ganaba títulos.
Gasol y el fallecido Kobe Bryant lo hicieron todo juntos, y sus camisetas cuelgan ahora uno junto al otro en la cancha de los Lakers.
Los Lakers retiraron el dorsal 16 de Gasol el martes, en un homenaje al pívot que pasó las mejores temporadas de sus 18 años en la NBA con Bryant en Los Ángeles. Tras la llegada del español en febrero de 2008, el equipo alcanzó tres Finales consecutivas y ganó el título en 2009 y 2010.
“Creo que he hecho todo lo que he podido para disfrutarlo y saborearlo realmente, pero esta noche realmente supera cualquier sueño o expectativa que haya tenido”, dijo Gasol antes del encuentro, con un anillo de campeón en cada mano. “Esto significa mucho y, obviamente, (estar) con Kobe ahí arriba supone algo significativo y poderoso y triste y feliz y doloroso y alegre. Son muchas cosas”, indicó.
La banderola con la camiseta de Gasol se descubrió durante una ceremonia en el descanso que comenzó con la viuda de Bryant, Vanessa, presentando un video en el que un emocionado Kobe decía que estaba deseando que llegase el día en el que Gasol diese un discurso en el centro de la pista durante ese acto. Gasol se emocionó al ver la grabación y colocarse en ese mismo lugar y se secó las lágrimas antes de dirigirse al público.
“Estoy abrumado por ver sus caras”, afirmó. “Ha sido un honor vestir esta camiseta, jugar para esta franquicia y ayudar a este equipo. Ni en un millón de años habría creído que un día así llegaría. Esto te enseña que nunca digas nunca. Solo tienes que esforzarte cada día para hacerlo lo mejor que puedas”, expresó.
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El juego versátil de Gasol complementó a la perfección la destreza anotadora de Bryant cuando decidió ejercer de jugador de apoyo para su compañero, y ambos forjaron una profunda amistad fuera de la cancha que se mantuvo hasta la trágica muerte de Bryant en 2020.
La franquicia, que atesora 17 títulos de la NBA, solo retira los dorsales de los jugadores que ingresan en el Salón de la Fama, y Gasol es finalista por primera vez este año y tiene grandes opciones de pasar el corte. Gasol fue seleccionado para tres de los seis Juegos de las Estrellas que ha disputado durante su etapa en Los Ángeles, cuando promediaba 17.7 puntos y 9.9 rebotes por partido.
“La emoción, la ilusión, el honor recibido, es tan grande que ha sido difícil de asimilar”, apuntó Gasol. “Tengo que seguir recordándome a mí mismo que esto es una celebración. Es fantástico. Es precioso. Es genial poder vivir esto en tu vida”, precisó.
Gasol eligió la noche del martes para la ceremonia por una muy buena razón: jugó sus siete primeras temporadas en la NBA con los Grizzlies, su primer equipo tras mudarse a Estados Unidos en 2001.
Memphis vendió a Gasol a los Lakers en febrero de 2008 en un acuerdo que transformó a ambas franquicias. Mientras que Gasol y Bryant formaron de inmediato una sociedad dominante, los Grizzlies recibieron un paquete que incluía al hermano pequeño de Gasol, Marc, quien pasó 11 temporadas excelentes allí.
