TORONTO (AP) — Miguel Cabrera festejó la hazaña junto con sus compañeros de los Tigres de Detroit. Recibió una ovación fuera de casa. Y pudo dedicarle el logro a familia, a su equipo y a su natal Venezuela.
Fue un día fuera de serie, incluso para uno de los toleteros más destacados de las Grandes Ligas.
Cabrera se convirtió en el 28vo pelotero en la historia que dispara 500 jonrones, alcanzando el hito en el sexto inning ante los Azulejos de Toronto.
El venezolano de 38 años conectó un lanzamiento en cuenta de 1-1 del zurdo Steven Matz, depositando la bola sobre la pizarra en el jardín derecho-central. Con una distancia de 400 pies, el cuadrangular empató 1-1 el juego, y Detroit acabó imponiéndose 5-3 en 11 innings.
“Cuando hice el contacto, le decía a la bola: ‘sube, sube’”, contó Cabrera. “Un alivio que la pude sacar aquí porque si era en Comerica (el estadio de los Tigres) casi seguro era el segundo out”.
“Me quité un gran peso de encima”, añadió.
Los aficionados en el estadio Rogers Centre se pusieron de pie para vitorear a Cabrera al recorrer las bases. El toletero tuvo que salir de la cueva detrás de la primera base para recibir otra ovación, quitándose el casco para saludar al público.
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“Miggy es la prueba viviente de que las leyendas aún existen”, dijo el piloto de los Tigres AJ Hinch. “No sólo están en tu mente, los puedes ver todos los días”.
Cabrera, quien completó la Triple Corona y ganó el primero de premios al Jugador Más Valioso en 2012, es el primer venezolano que alcanza los 500 jonrones. Ahora intenta convertirse en el primer bateador que llega a los 500 cuadrangulares y 3.000 hits en la misma campaña.
“Esto tiene un gran significado”, subrayó Cabrera. “No sólo para mí, sino para todos los que me acompañan: mis compañeros de equipos, la organización de Detroit, mis coaches, los mánagers que me han dirigido en mi carrera, la gente de Venezuela, mi familia”.
Su jonrón 500 fue el hit 2.955 de su carrera y podría alcanzar los 3.000 este mismo de año, de mantenerse sano y promedia un imparable por juego.
Apenas seis jugadores han alcanzado los 3.000 hits y 500 jonrones: Hank Aaron, Willie Mays, Rafael Palmeiro, Albert Pujols, Alex Rodríguez y Eddie Murray.
El asalto de Cabrera a esos trascendentales dígitos han sido un aliciente para un equipo de Detroit que finalmente da señales de salir de un remozamiento, rozando una marca con porcentaje de .500.
“No sé cómo cuantificarlo o cómo describirlo salvo decir que tener a Miguel Cabrera jugando todos los días en un equipo que empieza a ganar es satisfactorio”, señaló Hinch.
Cabrera es el sexto jugador nacido fuera de Estados Unidos con 500 jonrones. Se une a los dominicanos Pujols, Sammy Sosa, Manny Ramírez y David Ortiz, además del cubano Palmeiro. Ortiz había sido el último en lograrlo en 2015.
Cabrera también es el primer jugador que alcanza los 500 con el uniforme de los Tigres.
En 2012, Cabrera se convirtió en el primer jugador en 45 años que ganó la Triple Corona al liderar la liga en promedio de bateo, jonrones y carreras impulsadas.
Cuando Cabrera debutó en las mayores con los Marlins en 2003, tenía apenas 20 años de edad. Su aporte fue clave para conquistar el campeonato de la Serie Mundial ese año.
Los Tigres le adquirieron en un canje con los Marlins en 2007, un año después de perder la Serie Mundial ante San Luis, buscando su primer campeonato desde 1984.
Sin embargo, los Tigres nunca han podido a la cima con su productivo toletero. Perdieron el clásico de 2012 ante San Francisco y al final de la década emprendieron un remozamiento, tocando fondo con 310 derrotas entre 2017-19.
El bateo y la actitud jovial de Cabrera le convirtieron en ídolo en Detroit, pero su producción ha decaído significativamente en años recientes, víctima del paso del tiempo y las lesiones.
Mientras que otros astros de los Tigres, como el lanzador Justin Verlander, fue canjeados, el desplome de la cotización de Cabrera y su enorme salario complicaron poderle transferir a otro equipo. Su jonrón 500 fue el 13ro que conecta esta campaña, su mayor total desde 2017.
En la tabla histórica de jonroneros, Cabrera ha quedado justo detrás de Eddie Murray, un miembro del Salón de la Fama que acumuló 504.
Cooperstown, obviamente, asoma en el horizonte. El cúmulo de números acumulados en su carrera dan por hecho una elección sin dilación, pero Cabrera insistió ello aún no entra en sus prioridades.
“La tarea no se ha terminado todavía”, dijo. “Cuando uno se retire, uno va a tener bastante tiempo de pensar y analizar sobre el Salón de la Fama. Ahora es innecesario”.