MELBOURNE, Australia — La primera prueba para la nueva visión del tenis de Naomi Osaka podría haber sido cuando falló en una pelota alta que le dio un punto de break a su rival en el primer día de un Abierto de Australia sin Novak Djokovic.
Osaka no azotó la raqueta. No puso los ojos en blanco. Sonrió.
“Hay situaciones en las que antes me habría enojado. Pero en este momento de mi vida, como que estoy aquí porque quiero estar, y porque me divierto”, dijo Osaka. “Mejor disfrutarlo mientras pueda”.
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Para Osaka, el drama en torno a la deportación de Djokovic, nueve veces campeón de Melbourne, la víspera de que comenzara el torneo era algo de lo que podían preocuparse los jugadores del cuadro masculino.
La japonesa comenzó con buen pie la defensa de su título: ganó los primeros cinco juegos y se impuso 6-3, 6-3 a la colombiana Camila Osorio en la cancha principal del torneo.
Con tanta atención sobre la novela en torno a los intentos de Djokovic de participar en el primer Grand Slam de la temporada y ganar un cuarto título consecutivo en Melbourne, los regresos de Osaka y Rafael Nadal quedaron en un segundo plano.
A Osaka no le preocupaba. Nadal tampoco parecía molesto, y renovó su campaña por lograr un 21er título del Grand Slam con una victoria 6-1, 6-4, 6-2 sobre el estadounidense Marcos Girón.
Nadal está igualado con Djokovic y Roger Federer a 20 títulos de major cada uno, la cifra más alta en la historia del tenis masculino. Ahora que Djokovic no puede defender su título en Melbourne porque no cumplió los estrictos requisitos sobre vacunación de Australia, Nadal parece un poco mejor posicionado para superar el récord.
“Sinceramente, no creo que mi felicidad en el futuro dependa de si gano más o menos títulos que ellos”, dijo Nadal. “Yo no vivo con esa angustia por querer ser el que más gane”.
La gran preocupación de Osaka, en tanto, es consagrarse en Melbourne por tercera vez en cuatro años.
“Siendo bien honesta, es algo que no me afecta”, dijo Osaka sobre el culebrón Djokovic. “Mi objetivo, incluso antes de esta situación, era enfocarme en lo que yo hago, en lo que yo necesito hacer para ser mejor”.
“Soy una tenista. Me enfoco en mis partidos. Ustedes son la audiencia. ¿Me imagino que están pendientes de las noticias?
Osaka podría enfrentarse a la primera preclasificada, Ash Barty, en cuarta ronda. Barty, quien aspira a ser la primera mujer australiana en ganar el título local desde 1978, comenzó con un triunfo 6-0, 6-1 sobre Lesia Tsurenko.
Después de coronarse el año pasado, Osaka se retiró del Abierto de Francia previo a la segunda ronda y optó por no ir a Wimbledon. Participó en los Juegos Olímpicos de Tokio, donde encendió el pebetero, pero puso fin a su temporada tras sucumbir en la tercera ronda y acabar llorando en una rueda de prensa en el Abierto de Estados Unidos.
Dos de sus objetivos para 2022 es estar completamente serena dentro y fuera de la pista, y disfrutar del tenis.
Con 20 años y situada como número 50 del escalafón femenino, Osorio debutó en el cuadro principal de Australia tras recuperarse de un contagio COVID-19 que frenó sus preparativos.
“Tengo que seguir mejorando muchísimo”, dijo Osorio tras ir de menos a más en la Arena Rod Laver. “Me sirve medirme con las más grandes y sé que tengo que seguir trabajando”.
Otras que avanzaron el lunes fueron Barbora Krejcikova, reinante campeona de Roland Garros; Paula Badosa (8va cabeza de serie); Maria Sakkari (15ta) y Victoria Azarenka, dos veces campeona en Australia.
Dos jóvenes estadounidenses se despidieron a las primeras de cambio. Sofia Kenin, la campeona de Melbourne en 2020, Sofia Kenin, perdió 7-6 (2), 7-5 ante su compatriota Madison Keys. Coco Gauff (18va preclasificada) salvó cinco puntos de partido antes de caer 6-4, 6-2 ante Wang Qiang.
Dentro del cuadro masculino, Alexander Zverev (3er preclasificado); Matteo Berettini (7), el chileno Cristian Garín (16) y el español Carlos Alcaraz (31) salieron airosos en sus estrenos.