El motivo del ataque no estaba claro en un primer momento, pero el suceso recordó a la masacre de 2016 en el club Pulse de Orlando, Florida, donde murieron 49 personas.
Cuando terminó el tiroteo y cinco cuerpos fueron removidos de un bar gay de Colorado que un hombre armado había convertido en una zona de muerte, otra triste estadística que marca a Estados Unidos: este es el tercer año consecutivo en que ha habido más de 600 tiroteos con múltiples víctimas.
La cifra fue registrada por The Gun Violence Archive (GVA), una organización sin fines de lucro que rastrea la propagación de lo que se ha llamado una enfermedad estadounidense y que define un tiroteo masivo como un solo incidente en el que al menos cuatro personas, además de la persona que empuña el arma, son tiroteadas.
El ataque mortal del sábado en el Club Q en Colorado Springs fue el incidente número 601 en 2022, según el grupo. El GVA incluye cualquier tipo de tiroteo en su análisis, incluida la violencia doméstica, tiroteos en casas particulares, violencia de pandillas, entre otros.
“Este es el tercer año consecutivo y solo la tercera vez en el historial de datos de GVA que el país ha alcanzado más de 600 incidentes con más de 4 disparos y/o muertos”, tuiteó GVA.
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