La iglesia católica de El Salvador anunció este viernes la beatificación del sacerdote salvadoreño Rutilio Grande, del italiano Cosme Spessotto y dos laicos, todos asesinados por escuadrones de la muerte, para el 22 de enero de 2022.
"Damos gracias a Dios y al papa Francisco por ese inmenso don, la elevación a los altares de estos cuatro mártires de nuestro país, Rutilio, Nelson, Manuel y Cosme", señaló la Conferencia Episcopal en un comunicado.
Añadió que la beatificación se realizará en San Salvador y que el papa Francisco nombró al cardenal salvadoreño Gregorio Rosa Chávez como su delegado especial para presidir la celebración.
En 2020, Francisco reconoció el martirio de Spessotto, Grande y de Manuel Solórzano, de 72 años, y Nelson Rutilio Lemus, de 15.
Spessotto nació el 28 de enero de 1923 en Mansuè (Treviso) y fue enviado a Centroamérica como misionero en 1950 y asignado a San Juan Nonualco (El Salvador), donde construyó una iglesia parroquial, talleres para enseñar a los niños un oficio y una escuela para las clases de primaria, explicó el Vaticano en su biografía.
Por su atención a los pobres, el sacerdote italiano, como muchos durante esa época, fue amenazado de muerte por militares y escuadrones de la muerte.
Fue asesinado el 14 de junio de 1980 mientras se encontraba arrodillado en un banco de una iglesia y dos personas, usando pelucas que ocultaban su identidad, entraron y le dispararon con una ametralladora.
Rutilio Grande, conocido como "padre Tilo", era párroco en la localidad de Aguilares, 32 kilómetros al norte de San Salvador y mantenía una amistad con san Óscar Arnulfo Romero, también asesinado en 1980, mientras oficiaba una misa.
Romero fue consagrado arzobispo de San Salvador en febrero de 1977 y tres semanas después fue asesinado Grande, hecho que le llevó al inicio de una larga cadena de denuncias de graves violaciones de los derechos e injusticias sociales hasta que le mató un escuadrón de la muerte.
El padre Grande fue asesinado en un lugar conocido como Las Tres Cruces y ubicado en El Paisnal y que se ha convertido en un lugar de peregrinación para los fieles.
En la emboscada también fueron asesinados Manuel y Nelson.
A principios de 2019 durante su viaje a Panamá, el papa ya adelantó a un grupo de jesuitas que el proceso de beatificación procedía "muy bien".
"Yo a Rutilio lo quiero mucho. En la entrada de mi cuarto tengo un marco que contiene un pedazo de tela ensangrentada de Romero y los apuntes de una catequesis de Rutilio", reveló el papa en este encuentro.