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“Se vale soñar”: hija de vendedores ambulantes es la primera de su familia en graduarse de una universidad

Lupita Baltazar es la primera en su familia en graduarse de una universidad luego de superar muchos desafíos y siguiendo la inspiración de sus padres.

Telemundo

A pesar de las dificultades, Lupita Baltazar es ahora la primera en su familia en graduarse de una universidad. Sus padres llegaron a Los Ángeles como inmigrantes desde México y siempre trabajaron duro para dar la mejor educación a sus hijas. 

A pesar de las dificultades, Lupita Baltazar es ahora la primera en su familia en graduarse de una universidad. Sus padres llegaron a Los Ángeles como inmigrantes desde México y siempre trabajaron duro para dar la mejor educación a sus hijas. 

“Realmente ha valido la pena, no solo como persona, sino como la primera que se gradúa en mi familia, realmente significa mucho”, dice Lupita al recordar las dificultades que superó para poder graduarse de la Universidad estatal de California, Northridge (CSUN).

Estudiante entre semana, vendedora ambulante los fines de semana

Los padres de Lupita crearon su propio negocio para sostener a la familia y ofrecer una buena educación a sus hijas. 

“Comenzamos nuestro propio negocio como vendedores ambulantes de comida. Teníamos un puesto y vendíamos tacos, enchiladas, burritos. Era al frente a una tienda de comestibles. Era un trabajo muy competitivo y yo siempre les ayudaba a vender”.

Lupita estudiaba mucho durante la semana, pero sabía que los fines de semana tenía que dar el 100% trabajando con sus padres.

“Yo estaba a cargo del dinero, porque también recibíamos personas que hablaban inglés y realmente mis papás no hablan inglés bien. Entonces yo les ayudaba con eso”, recuerda Lupita. “Fue muy desafiante porque recuerdo que la ciudad venía y nos corría y simplemente nos quitaban las cosas”.

La familia de cinco personas vive en un pequeño apartamento en Panorama City. Todos los fines de semana, tenían que bajar todo lo que necesitaban para vender tacos desde el segundo piso sin ascensor.

Sin embargo, tras la pandemia, Lupita y su familia dejaron de vender tacos. “Mis padres ya no son vendedores ambulantes”, dice y agrega que ahora se están enfocando en sus estudios y haciendo otro tipo de labores.

Pero el arduo trabajo de sus padres ha sido la principal inspiración para Lupita. 

“Pude ver todo lo que mis padres tuvieron que pasar y con sus palabras y sus acciones, siempre me recordaron 'no tengas este estilo de vida, busca algo mejor para tí, para tus hijos y para tu generación'”.

Estableciendo el ejemplo para la próxima generación

Lupita tiene dos hermanas. Una de ellas también estudia en CSUN, mientras que su hermana pequeña tiene solo 10 años y la admira. “Ella está en la escuela primaria y siempre me dice: ‘Quiero ser como tú. Quiero ir a CSUN, esa es la universidad de mis sueños’”.

Mientras Lupita estudiaba en CSUN, era presidenta de un Club de Periodistas Latinos. Su intención era retribuir a otros estudiantes y guiarlos a través de la escuela con el conocimiento que iba adquiriendo durante su tiempo en la universidad.

Muchos estudiantes que son la primera generación en ir a la universidad no tienen una guía clara sobre cómo navegar el sistema educativo o cómo postularse para puestos de trabajo.

El club fue una oportunidad para brindar información a otros estudiantes “porque siento que muchas veces tenemos los recursos, pero solo hay que recordarlos”, también, “muchos de nuestros padres no fueron a la universidad, por lo que no pueden guiarnos".

Algunos de los talleres que Lupita encabezó con su equipo fueron “cómo solicitar pasantías, cómo asegurarse de que su carta de presentación sea buena, cómo asegurarse de que su currículum sea bueno. Pudimos hacer entrevistas simuladas. Sabes, a veces te pones muy nervioso en las entrevistas. Así que siento que practicar entre nosotras fue un gran taller”, dice.

Club de Periodismo Latino de CSUN con oradores invitados Omar y Argelia.

Su trabajo fue reconocido por la Escuela de Periodismo de CSUN y por su contribución para ayudar a otros estudiantes.

Después de mucho trabajo y de navegar sola el sistema educativo, Lupita se graduó esta semana como periodista televisiva con especialización en periodismo en español.

“Me apasiona mucho el periodismo, porque me encanta contar historias y poder ser esa fuente de ayuda para otras personas y comunidades”, dice.

Ella piensa que este hito no solo es significativo para ella, sino que tiene un impacto en su familia y comunidad. “Estamos rompiendo ‘maldiciones generacionales’, ya sabes, lo estamos haciendo y solo poder dar ese ejemplo ya es un gran logro”.

Lupita está agradecida por el camino recorrido y está lista para alcanzar nuevas metas como periodista representando a su comunidad.

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