El día comenzó en la playa, donde los dieciséis participantes restantes fueron recibidos con cócteles por Puma. Entre risas y juegos, el ambiente se llenó de bromas, incluso con Puma incitando a Galeano a echar al mar a los más reacios.
Carmen dio la bienvenida y anunció la esperada "guerra de restaurantes", que definiría quiénes se salvarían y quiénes enfrentarían la prueba de eliminación. Polo, con la ventaja secreta, eligió a Puma como el capitán rival inmune.
Para formar los equipos, se realizó un reto express: preparar ceviches. Los participantes que aprobaron eligieron a su capitán entre Puma y Polo. Así se conformaron los equipos: el equipo Vino Tinto de Puma, con Pancho, Alejandro, Carolina, Niño, Alicia, Galeano y David; y el equipo Verde de Polo, con Rosie, Diana, Patricia, Gabriel, Natalia, Gary y Jason.
Ambos equipos debían abrir y operar un restaurante de mar, sirviendo a treinta comensales con entrada, plato fuerte y postre. Puma eligió un restaurante de una planta por comodidad.
Durante la preparación, hubo tensión en el equipo de Puma, especialmente entre Alicia y Galeano, terminando en una fuerte discusión. El servicio también fue caótico, con descoordinaciones y la necesidad de improvisar ante las solicitudes de los clientes.
Tras el servicio, los platos fueron llevados a los chefs para su degustación. La Chef Belén se negó a probar el ceviche del equipo de Puma por haberse servido en cáscaras de sandía recicladas.
Finalmente, el equipo Verde fue declarado ganador. Los miembros del equipo de Puma, a excepción de su capitán inmune, deberán enfrentarse a la prueba de eliminación.
Así concluyó otro intenso día en la competencia, con emociones a flor de piel y la incertidumbre de quién será el próximo en dejar la contienda.