Gutiérrez-Reed, enfrenta hasta tres años de prisión y su sentencia se dará a conocer en mayo.
SANTA FE, Nuevo México - La supervisora de armas Hannah Gutiérrez-Reed fue declarada culpable el miércoles de homicidio involuntario tras el tiroteo por el que murió una directora de fotografía cuando el arma que sostenía el actor Alec Baldwin durante un ensayo en el set de una película se disparó.
Gutiérrez-Reed, una joven de 24 años que trabajaba en su segundo largometraje al momento del tiroteo de 2021, fue declarada no culpable de un segundo cargo de manipulación de pruebas en el juicio en Santa Fe, Nuevo México.
Los abogados presentaban el miércoles los argumentos finales en el juicio que fue un preámbulo para un probable proceso penal contra Baldwin, programado para julio, por un solo cargo de homicidio involuntario.
Baldwin, quien se ha declarado no culpable, estaba apuntando con un revólver a la directora de fotografía Halyna Hutchins cuando el arma se disparó, matándola e hiriendo al director Joel Souza.
Los fiscales dijeron que Gutiérrez-Reed, sin saberlo, llevó munición real al set de “Rust” en un rancho en las afueras de Santa Fe, donde las balas permanecieron durante al menos 12 días hasta el tiroteo mortal.
Al presentar sus argumentos finales, la fiscal Kari Morrissey describió “fallas de seguridad constantes e interminables” en el set de “Rust” y la “asombrosa falta de diligencia” de Gutiérrez-Reed con la seguridad de las armas.
“Terminamos exactamente donde empezamos: en la búsqueda de justicia para Halyna Hutchins”, dijo Morrissey al jurado. “Hannah Gutiérrez no mantuvo la seguridad de las armas de fuego, lo que hizo que un accidente fatal fuera deliberado y previsible”, agregó.
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Los fiscales sostuvieron que la armera se omitió o escatimó repetidamente los protocolos estándar de seguridad de armas que podrían haber detectado balas reales en el set.
“Era un juego de ruleta rusa cada vez que un actor tenía un arma con salvas”, indicó Morrissey.
Los abogados defensores sostuvieron que los problemas en el set de filmación se extendieron mucho más allá del control de Gutiérrez-Reed, incluyendo el mal manejo de armas por parte de Baldwin, el actor principal y coproductor a quien los miembros del equipo se resistían a confrontar.
Afirmaron además que los fiscales no se han acercado a probar dónde se originó la munición real, ya que no han investigado a fondo a un proveedor de municiones con sede en Albuquerque.
Decenas de testigos declararon en el transcurso de 10 días en el juicio, desde expertos del FBI en armas de fuego y análisis forense de la escena del crimen hasta un operador de cámara que describió el disparo y vio a Hutchins enrojecerse y perder la sensibilidad en las piernas antes de morir.
La fiscalía reunió minuciosamente pruebas fotográficas que, según dicen, rastrean la llegada y la propagación de las balas reales en el set, utilizando las declaraciones de testigos del tiroteo, incluido Souza, para reconstruir el 21 de octubre de 2021.
Los fiscales dijeron que seis balas reales encontradas en el set de “Rust” tienen características en su mayoría idénticas, y no coinciden con las balas reales incautadas al proveedor de la película en Albuquerque. Los abogados defensores indicaron que la abarrotada oficina de suministros no fue registrada hasta un mes después del tiroteo, lo que socava la importancia de la evidencia física allí.
El segundo cargo contra Gutiérrez-Reed de manipulación de pruebas se derivaba de las acusaciones de que entregó una pequeña bolsa de posibles narcóticos a otro miembro del equipo de producción después del tiroteo para evitar ser detectada.
