LOS ÁNGELES - La hermana de Britney Spears, Jamie Lynn Spears, aseguró este lunes que apoya a la cantante en su lucha por poner fin a la tutela legal que controla su vida, un asunto sobre el que le aconsejó que cambiara de abogado hace "muchos años".
Jamie Lynn, quien tuvo una breve carrera musical y protagonizó la serie "Zoey 101" (2005-2008), rompió el silencio ante la situación de su hermana a través de un video publicado en las "historias" (stories) de su perfil de Instagram.
“Pensaba que hasta que mi hermana pudiera hablar por sí misma y decir lo que necesitaba decir públicamente no era mi lugar y no era lo correcto. Pero, ahora que ha hablado con mucha claridad y ha dicho lo que tenía que decir, siento que puedo seguir su ejemplo", explicó.
Jamie Lynn ha sido muy criticada por no apoyar públicamente a su hermana, quien dijo en su testimonio que "quería demandar a toda su familia".
"Creo que está muy claro que desde el día en que nací, solo he amado, adorado y apoyado a mi hermana. Quiero decir, es mi maldita hermana mayor, por encima de toda esta mie***", indicó.
"Tal vez no la apoyé como le gustaría al público con un 'hashtag' en una plataforma pública. Pero, puedo asegurar que he apoyado a mi hermana mucho antes de que existiera un 'hashtag', y la apoyaré mucho después", dijo en referencia al movimiento #FreeBritney.
Jamie Lynn se distanció del resto de la familia. "No soy mi familia, soy mi propia persona", dijo, y afirmó que estaba orgullosa del paso emprendido por Britney.
"Estoy muy orgullosa de que haya solicitado un nuevo abogado, como le dije hace muchos años. Oh, pero no en una gran plataforma pública, sino en una conversación personal entre dos hermanas", concluyó.
La labor de Samuel Ingham, el abogado designado por la Corte de Los Ángeles para defender los intereses de Britney se puso en entredicho después de que la artista asegurara que no sabía que podía pedir la finalización de la tutela y de una exclusiva del diario The New York Times que afirma que ha ganado $3 millones gracias a este caso.
Spears solicitó, la semana pasada, poner fin a la tutela legal a través de la cual su padre controla su vida desde hace 13 años, al considerarla "abusiva", "absurda" y por la que algunos implicados "deberían estar en la cárcel".
"Esta tutela está pagando el sueldo de mucha gente. Estoy harta", aseguró la cantante durante una intervención telefónica llena de declaraciones contundentes como: "no soy feliz", "no puedo dormir" y "lloro todos los días".