NUEVA YORK - El trombonista y compositor Willie Colón, que se recupera en un hospital de Nueva York de un aparatoso accidente de tránsito, aseguró este martes que no se siente bien y que le espera un largo camino de recuperación.
"Queridos amigos y fans. Siento no poder responder sus hermosas palabras de apoyo. La noticia de que estoy bien, lamentablemente, no es cierta", indicó el famoso músico a través de las redes sociales.
Colón y su esposa Julia sufrieron un accidente de tráfico el martes de la semana pasada en Carolina del Norte que dejó al artista en estado grave en un hospital en Virginia, desde donde fue trasladado a Nueva York para continuar su tratamiento y recuperación.
Su representante Pietro Carlos informó el lunes a medios de comunicación que el artista "está estable, ya no está en condición grave" y que estaba siendo sometido a dos días de estudios para determinar el daño tras el accidente.
Tras conocerse la noticia, las reacciones de los admiradores de Colón y de los amantes de la salsa no se hicieron esperar, con mensajes de apoyo y oraciones por su pronta recuperación.
El intérprete de "El gran varón", nativo de El Bronx y que el miércoles cumple 71 años, acudió el martes a las redes para comunicarse con sus fans y asegurar que aún no se encuentra bien.
"Es un largo camino para la recuperación. Gracias por todo lo que me han dado a lo largo de los años. Con la ayuda de Dios volveré", afirmó el intérprete de "Idilio" y "Gitana" y quien cosechó grandes éxitos junto a los cantantes Héctor Lavoe y Rubén Blades.
Las lesiones sufridas por Colón incluyeron conmoción cerebral, laceraciones en el cuero cabelludo que requirieron 16 grapas y fracturas en su vértebra cervical C1, señaló el comunicado en que se informó del accidente a través de su cuenta en Twitter.
Su esposa sufrió laceraciones y contusiones. Fue atendida y dada de alta del hospital Outer Banks en Nags Head, Carolina del Norte.
El matrimonio tuvo que ser sacado del vehículo (una casa rodante) por los equipos de asistencia debido al estado en que había quedado tras el accidente y el artista fue trasladado al hospital de Sentara Norfolk, en Virginia, y de ahí trasladado a Nueva York.