Este lunes de eliminación en La Isla: Desafío Extremo, tres nuevos participantes serán nominados por los equipos, pero solo uno será desterrado esta noche de la compentencia.
El domingo de poder continuó en Antalya, donde los participantes lucharon por obtener el preciado brazalete. Quien lo ganara podría salvar a un compañero nominado al duelo de eliminación del día siguiente.
En el reto, los miembros de cada equipo compitieron por separado. Parados sobre vigas, debían mantener en equilibrio una bola de madera sobre un semicírculo del mismo material, evitando que la esfera cayera. A medida que avanzaba la competencia, recibieron indicaciones de movimientos que debían realizar en pocos segundos. Los dos últimos en mantener el equilibrio pasaron a la siguiente ronda.
Finalmente, Uriel y Sergio de las Águilas, junto con Alba y Adolfo de las Panteras, avanzaron en la competencia. En la segunda ronda, se unieron Natalia y Adrián de los Tiburones. Los clasificados para la ronda final fueron Alba de las Panteras y Natalia y Adrián de los Tiburones. Tras una intensa disputa, Alba se coronó como la ganadora del brazalete del poder.
Después del reto, Uriel y Sergio de las Águilas comentaron sobre la excesiva confianza de Adrián, mientras que en los Tiburones, Gisella y Cristina discutieron lo cerca que estuvieron de ganar. Sin embargo, consideraron que fue mejor así, ya que ninguno de los dos (Natalia o Adrián) tuvo la presión de salvar a alguien más. En las Panteras, los hombres celebraron la victoria de Alba, mientras también discutieron la confianza de Adrián.
Reto por la recompensa
El equipo ganador del reto por la recompensa disfrutó de una deliciosa comida en un restaurante de Kalkan, un pintoresco pueblo de la Turquía mediterránea conocido por su lujo. Luego, visitaron la ciudad de Kash y recorrieron su bazar, disfrutando de un postre mientras exploraban las tiendas locales.
En el reto, dos competidores por equipo debían transportar un carrito cargado de figuras geométricas sobre una pasarela. Las piezas debían ser acomodadas para pasar a través de los muros sin caer. Al final del circuito, los participantes equilibraron cubos en una balanza. El equipo que lograra mantener la balanza en equilibrio durante cinco segundos obtendría un punto.
Aunque el juego estuvo reñido, Samira notó que Waka acomodó las piezas incorrectamente y lo acusó de hacer trampa. Aunque el equipo no ganó, no hubo penalizaciones por el error.
Esto provocó tensiones entre Samira y Waka, quienes discutieron acaloradamente. Samira le recriminó por su comportamiento, mientras que Waka insistió en que no faltaba el respeto a nadie. Awilda intervino para calmar la situación, pero las palabras ya habían sido dichas.
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