Tensión Irán - EEUU

Irak ordena expulsión de soldados de EEUU y Trump amenaza con atacar sitios culturales en Irán

Trump reiteró que Washington puede responder de forma "desproporcionada".

Telemundo

WASHINGTON — El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, insistió el domingo en que los sitios culturales de Irán son un blanco legal para su ejército, rechazando las preocupaciones dentro de su propio gobierno de que atacarlos podría constituir un crimen de guerra según el derecho internacional.

Trump advirtió además a los iraquíes que impondría sanciones si expulsa a sus tropas en venganza por el ataque aéreo que mató a un importante general iraní en Bagdad.

Los comentarios de Trump se produjeron en un clima de crecientes tensiones en Oriente Medio luego del operativo que acabó con la vida de Qassem Soleimani, jefe de la Fuerza Quds, un grupo de élite iraní.

Se cree que la retirada de las tropas estadounidenses en Irak podría permitir el resurgimiento del Estado Islámico.

Teherán dijo que tomará represalias y el parlamento iraquí votó el domingo a favor de expulsar a las tropas estadounidenses asentadas en el país.

Trump planteó por primera vez la posibilidad de atacar objetivos culturales iraníes en un tuit el sábado.

La muerte del general Qassem Soleimani, jefe del grupo élite Fuerza Quds, representa una importante escalada en los enfrentamientos entre Washington y Teherán.

El domingo, hablando con reporteros en el vuelo de vuelta a Washington tras sus vacaciones en Florida, se reafirmó en su opinión, a pesar de las prohibiciones internacionales.

“A ellos se les permite matar a nuestra gente. Se les permite torturar y mutilar a nuestra gente. Se les permite emplear bombas camineras y volar a nuestra gente. ¿Y nosotros no estamos autorizados a tocar sus lugares culturales? Eso no funciona así”, manifestó Trump.

El ataque dirigido de Soleimani generó una ola de indignación en Oriente Medio, incluyendo en Irak, donde hay más de 5.000 soldados estadounidenses 17 años después de la invasión liderada por Washington.

Un nuevo ataque aéreo se registró al norte de Bagdad casi 24 horas después de la ofensiva en la que Soleimani fue abatido.

El parlamento iraquí aprobó el domingo una resolución no vinculante que pide su expulsión.

Trump señaló que Washington no se retirará sin cobrar por las inversiones militares realizadas en Irak en estos años, y apuntó que, si las tropas deben marcharse, golpeará a Bagdad con sanciones económicas.

“Les aplicaremos sanciones que no han visto nunca antes. Harán que las sanciones iraníes parezcan débiles”, explicó Trump. “Si hay alguna hostilidad, si hacen algo que creamos que es inapropiado, vamos a imponer sanciones a Irak, sanciones muy grandes a Irak”.

Mientras el Pentágono ordenó el envío de tropas estadounidenses al Medio Oriente tras la ejecución de general militar iraní, Teherán prometió venganza severa contra EEUU.

“No nos iremos hasta que nos paguen por ello”, agregó.

La Casa Blanca ha tenido problemas para enfrentar las reacciones violentas al asesinato de Soleimani.

Aunque el general fue responsable de la muerte de cientos de estadounidenses, el ataque supuso un agravamiento de las tensiones entre Washington y Teherán.

El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, dijo que el ejército estadounidense podría atacar a más líderes iraníes si la República Islámica toma represalias.

El mandatario esquivó las preguntas sobre la amenaza de Trump de atacar sitios culturales, una acción militar que sería ilegal según las leyes de conflictos armados y la Carta de Naciones Unidas.

Pompeo solo dijo que cualquier ataque militar estadounidense en territorio iraní sería legal.

Las advertencias de Trump sorprendieron a algunos de los miembros de su gobierno. Un funcionario de seguridad nacional dijo que el presidente tomó a muchos por sorpresa y provocó llamadas internas para que otros miembros del gobierno, incluyendo Pompeo, aclarasen el asunto.

El funcionario, que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a discutir el tema en público, dijo que la aclaración era necesaria para asegurar que el ejército estadounidense no cometería crímenes de guerra de forma intencionada.

Oona Hathaway, profesora de derecho internacional en Yale y exfuncionaria de seguridad nacional en la oficina legal del Departamento de Defensa, apuntó que las palabras de Trump equivalían “a una promesa bastante clara de comisión de un crimen de guerra”.

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