BRASIL - Las autoridades brasileñas anunciaron el jueves que investigan a un tercer joven por su participación en la matanza en una escuela de Suzano, a 37 millas de Sao Paulo, perpetrada por dos tiradores que, según la Policía, solo buscaban aparecer en los medios de comunicación.
Brasil asiste atónita el desarrollo de las investigaciones sobre este brutal atentado cometido el miércoles por Guilherme Taucci Monteiro, de 17 años, y Luiz Henrique de Castro, de 25, quienes asesinaron a cinco estudiantes, dos trabajadoras y a un tío de uno de ellos antes de que ambos se quitaran la vida.
En medio de la conmoción por este trágico episodio, la policía pidió a la Justicia la detención de un adolescente de 17 años por su supuesta participación en la planificación de la masacre escolar, una de las peores de la historia del país.
El sospechoso, que no fue identificado es, como los tiradores, antiguo alumno del instituto Profesor Raúl Brasil, donde tuvo lugar el ataque, y fue compañero de pupitre de uno de ellos.
"Su detención ya fue pedida al juez de la infancia y de la juventud y el material relacionado con su participación ya está confiscado", señaló el comisario jefe de la Policía Civil de Sao Paulo, Ruy Ferraz Fontes, en una rueda de prensa.
El móvil de la matanza también fue desvelado este jueves y respondió únicamente a las ansias de reconocimiento y notoriedad por parte de los autores, de acuerdo con la Policía.
"Querían demostrar que podían actuar como lo que ocurrió en Columbine, en Estados Unidos, con crueldad y con carácter trágico para que fueran más reconocidos", afirmó Fontes.
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La tragedia de Suzano guarda semejanzas con la ocurrida en la secundaria Columbine, episodio del que se cumplirán 20 años el próximo 20 de abril y que también fue cometido por dos alumnos de esa institución.
En paralelo, equipos policiales realizaron este jueves diligencias en las residencias de los autores, así como en un especie de sala de internet ("lan house"), donde los jóvenes acostumbraban a encontrarse.
Allí se incautaron de diversos computadores, tabletas y anotaciones, que la policía espera que sirvan para ayudar en futuras búsquedas relacionadas con la matanza, cuyos autores planearon, al parecer, durante más de un año.
También se investiga la relación de grupos que operan en la llamada Internet profunda con los dos autores de la matanza, calificada por el Ministerio Público de Sao Paulo como una "práctica de terrorismo doméstico".
En este sentido, se evalúa la posibilidad de que grupos hayan incitado a los dos jóvenes tiradores desde la internet profunda ("Deep Web", en inglés), un espacio cibernético oculto, fuera del alcance de los tradicionales buscadores, como Google, y difícil de rastrear.
Esos supuestos contactos se habrían dado en un foro denominado "Dogolachan", que ya fue objeto en el pasado de una operación de la Policía Federal que acabó con la prisión de Marcelo Valle Silveira, quien se sospecha que era uno de los líderes de la plataforma.
Valle Silveira fue condenado en diciembre pasado por los delitos de asociación ilícita, racismo, coacción e incitación para cometer crímenes y terrorismo.
"Haremos una investigación amplia con todas las líneas para saber cómo tuvieron acceso a las armas, si hay un grupo que actuaban con ellos, si hay una red de comunicación entre ellos, las motivaciones y la forma del crimen", afirmó el procurador general de la Justicia de Sao Paulo, Gianpaolo Smanio.
Por otro lado, el gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, ofreció una indemnización de unos $26,000 para cada una de las familias de las siete víctimas fatales de la escuela, aunque de aceptarlos tendrán que firmar un documento en el que se comprometen a no emprender acciones legales contra la Administración.
Mientras, miles de personas dieron su último adiós a los fallecidos por la tragedia en un polideportivo de Suzano, localidad situada en la región metropolitana de Sao Paulo (sudeste), durante todo el día, entre ellos muchos jóvenes amigos de las víctimas.
Lindsey Caroline, de 15 años, dijo a que a pesar de ser alumna de la escuela, "gracias a Dios" no estaba durante el tiroteo porque su madre le cambió el horario a la tarde para poder ir junto a su hermana.
Sin embargo, afirmó que estudia en la clase de al lado de dos de los fallecidos, de los que era amiga desde hacía cuatro años: "Me llamaron y me desesperé, llamé para todos mis amigos y descubrí que ellos dos estaban entre los muertos", relata con nerviosismo y lágrimas en los ojos.
"Duele porque son personas que una conoce desde sexto año (...)", manifestó Caroline, quien asegura "va a ser difícil volver a la escuela y no tenerlos allí".