Children's Hospital Los Angeles (CHLA) recibió una subvención de $8,3 millones de los Institutos Nacionales de Salud para estudiar los efectos a largo plazo de la infección por COVID-19 en niños y adultos jóvenes, con la esperanza de identificar las mejores formas de tratar el virus en pacientes más jóvenes, anunció el hospital el miércoles.
“Estimamos que del 5 al 15% de los jóvenes infectados con SARS-CoV-2 desarrollan COVID-19 prolongado. Dada la población de Los Ángeles, son muchos los jóvenes que se verán afectados”, dijo en un comunicado el Dr. David Warburton, investigador principal de CHLA.
“Con este estudio, nuestro objetivo es aprender más sobre la progresión de esta afección, cómo tratarla y, lo que es más importante, cómo prevenirla”.
Más de 30 instituciones en todo el país se unirán a CHLA en el amplio estudio denominado RECOVER, o Investigando COVID-19 para mejorar la recuperación, y centrado en los efectos secundarios de las infecciones por COVID-19. El estudio general examinará a pacientes de todas las edades, incluidas las mujeres embarazadas, pero el CHLA es uno de varios hospitales pediátricos que estudiará a un total de 20,000 niños y adultos jóvenes menores de 25 años.
Los sujetos del estudio pediátrico incluirán personas con efectos a largo plazo de COVID-19, aquellos que se recuperaron por completo de sus infecciones y aquellos que nunca contrajeron COVID-19.
Según los funcionarios del hospital, los efectos a largo plazo de la COVID-19 pueden incluir dolores de cabeza, fatiga, dificultad para concentrarse, dificultad para respirar, cambios en la frecuencia cardíaca y trastornos del sueño.
California
Los pacientes del estudio recibirán exámenes regulares del corazón, los pulmones, el hígado y los riñones en el transcurso de cuatro años, y algunos participantes se someterán a pruebas más exhaustivas.
El estudio nacional también incluirá a 800 pacientes pediátricos con COVID-19 que desarrollaron la afección relacionada con el virus Síndrome inflamatorio multisistémico en niños, o MIS-C, y 200 con miocarditis asociada a la vacuna COVID-19-19.
Los funcionarios de CHLA señalaron que el COVID-19 prolongado a menudo puede pasar desapercibido, ya que sus síntomas son similares a los de otras enfermedades.
“Nuestro objetivo es identificar a los niños y adultos jóvenes que pueden tener esta afección y ayudarlos a recuperarse”, dijo el Dr. John Wood, cardiólogo pediátrico del CHLA y coautor del estudio.
“Si su hijo o un niño que usted conoce todavía experimenta síntomas que interfieren con la vida diaria, hable con su pediatra sobre la posibilidad de evaluar los efectos a largo plazo de la COVID-19 y considere participar en este estudio”.
