CONDADO TULARE – Una madre hispana exige justicia por el asesinato de Ezequiel Méndez, su único hijo, que fue baleado durante una fiesta de Halloween.
“No le pude dar un último abrazo, un último beso, siempre le decía, nos vemos más tarde hijo”, narra entre lágrimas Mónica Rodríguez.
El 28 de octubre, Méndez, de 18 años, accedió ir a una fiesta, su madre asegura que el joven no tenía intenciones de asistir a esa reunión, pero sus amigos lo convencieron.
La madre exige que los responsables del asesinato de su hijo paguen por lo que hicieron.
“Solo quiero justicia, justicia para mi hijo, estoy orando y pidiéndole a Dios que logren arrestar a los que le quitaron la vida a mi único hijo, mi hijo no se merecía esto, era un buen niño”, asegura la mujer.
En la fiesta a la que asistió Méndez, había aproximadamente 400 personas, según la policía.
“Dos detectives llegaron a la casa y me dijeron que mi hijo había sido herido de bala y que había muerto en la gran fiesta en London, yo sé que recibió dos disparos, uno en la pierna y el otro en la parte superior de su cuerpo”, agrega Rodríguez.
Méndez murió en brazos de uno de sus amigos, ahogado con su propia sangre. El joven había cumplido, 18 años, en agosto, su madre lo describe como un adolescente alegre.
“Era aficionado de los 49ers, siempre estaba sonriendo y haciendo bromas, tenía muchos amigos, muchos de ellos me han dicho que crié a un buen niño que le gustaba ayudar a los demás y tenía un gran corazón”, continuó.
La mujer envía un mensaje a la persona que le arrebató la vida a su hijo.
“Si tienes corazón, entrégate, si alguien que estuvo en la fiesta sabe algo, por favor hable. Si fuera tu hijo, tu amigo o alguien que amas, no quieres sentir este dolor, nadie quiere sentir este dolor de perder a un hijo”, pide Rodríguez.
Hasta el momento no se han realizado arrestos. El alguacil del condado Tulare solicita ayuda comunitaria con informes que lleven a resolver el asesinato. Las pistas se deben proporcionar llamando al (559) 733-6218.