San Bernardino. — Un juez federal cerró el caso de quiebra presentado por una ciudad del sur de California que hace una década lidiaba con una grave escasez de efectivo, dijeron funcionarios el lunes.
La ciudad de San Bernardino dijo en un comunicado que el juez federal de quiebras, Scott Clarkson, cerró el caso la semana pasada porque la ciudad resolvió las reclamaciones y demostró que puede pagar sus obligaciones pendientes a largo plazo.
Cuando la ciudad se declaró en bancarrota, el 1 de agosto de 2012, a los proveedores no se les había pagado y se estaban quedando sin efectivo para pagar la nómina.
“Los cortes agotadores y profundos que todos experimentamos están en el espejo retrovisor de la historia de San Bernardino”, dijo el alcalde John Valdivia.
Las autoridades dijeron que la ciudad de 220,000 habitantes, a unas 60 millas (97 kilómetros) al este de Los Ángeles, ahora se encuentra en una posición financiera mucho mejor y ha estado abordando proyectos de pavimentación de calles y poda de árboles y contratando al personal que tanto necesita.
Para el año fiscal actual, la ciudad pronosticó un superávit presupuestario de $2.5 millones, muy lejos del déficit presupuestario de $45 millones que se proyectó cuando la ciudad entró en bancarrota, según el comunicado.
Hace una década, San Bernardino se encontraba en una situación financiera difícil gracias a la debilidad de los ingresos por impuestos sobre la propiedad y las ventas, el aumento de los costos de las pensiones y la disminución de los fondos estatales para la reurbanización.
Se declaró en bancarrota en medio de una ola sin precedentes de ciudades que lo hicieron, incluidas Vallejo (California) y Detroit.
San Bernardino comenzó a pagar nuevamente, en 2017, a los acreedores bajo un plan de salida de bancarrota aprobado por el juez. En ese momento, había más de 1,000 reclamos contra la ciudad.
