American Airlines canceló este domingo más de 630 vuelos, luego de haber suspendido más de 1,000 desde el viernes debido a problemas de escasez de personal y a los fuertes vientos que se registraron en su centro de operaciones en Fort Worth, Texas.
El anuncio fue realizado por la propia aerolínea en un comunicado a NBC.
La aerolínea ha estado respondiendo a través de su cuenta de Twitter a una gran cantidad de usuarios afectados, disculpándose por los retrasos e intentando hacerles otras reservaciones.
El viernes la aerolínea canceló casi 340 vuelos y tan solo el sábado fueron más de 500, de acuerdo con el sitio de seguimiento de vuelos FlightAware.
En el Aeropuerto Internacional de Miami, al menos se cancelaron 20 vuelos y otros 30 registraron retrasos, lo que ocasionó molestia entre los pasajeros o familiares que los esperaban.
Pero American Airlines no es la única aerolínea en problemas. Southwest Airlines, con sede en Dallas, también recortó 86 vuelos que equivalen a 2% de su operación.
A principios de octubre, Southwest canceló más de 2,000 vuelos que le significaron un costo de más $75 millones.
LA ESTABILIDAD TARDARÁ SEMANAS
David Seymour, director de operaciones de American Airlines, dijo que los problemas comenzaron por las fuertes ráfagas de viento que iniciaron el jueves y redujeron la capacidad de operación en su centro de operaciones en el aeropuerto internacional de Dallas-Fort Worth.
Pero, la falta de disponibilidad de los pilotos y auxiliares de vuelo fueron los motivos principales para la mayoría de las cancelaciones de este fin de semana.
Seymour dijo que espera que la operación de la aerolínea se estabilice en noviembre.
American Airlines es una de las líneas aéreas que ha estado batallando con la escasez de personal desde que la demanda de viajes repuntó a finales de la primavera.
La compañía aérea está recontratando personal tras reducir su plantilla a causa de la pandemia de coronavirus. Desde el 1 de noviembre 1,800 auxiliares de vuelo se reincorporarán y el resto lo hará en diciembre para prepararse para la temporada de vacaciones de invierno.
