Jenny Ambuila tenía una vida de lujos en Miami, con visitas a las tiendas de diseñadores, vacaciones en Europa y viajes por la ciudad en un Lamborghini color rojo.
Pero el cuento de hadas de la joven de 26 años de edad llegó a un final repentino.
La egresada de la Universidad de Miami fue arrestada el viernes mientras vacacionaba en Colombia, junto a sus padres y otro funcionario aduanal, según se observa en un video difundido por la Fiscalía de Colombia y que ves al comienzo de esta noticia.
"Vehículos deportivos de gama alta, altas transacciones en dólares a Estados Unidos, compra de costosos accesorios, viajes y fiestas hacían parte de las múltiples actividades detectadas por la Fiscalía General de la Nación y que no han podido ser justificadas por los presuntos integrantes de una organización criminal dedicada al contrabando ni por algunos de sus familiares, que ostentaban los lujos en el extranjero", indicó la fiscalía colombiana
La institución señaló que los arrestos podrían ayudarlos a desenmarañar una enorme red de corrupción en el puerto de Buenaventura, en donde el padre de Ambuila trabajaba como funcionario aduanal de nivel intermedio y supuestamente se embolsó millones de dólares a cambio de permitir el ingreso de artículos no gravados.
“Esto es un caso fundamental para la lucha contra el contrabando”, dijo Andrés Jiménez, fiscal colombiano, a una radiodifusora local. “Estamos yendo tras la estructura, y sus recursos”.
Jiménez dijo que la investigación resalta los recientes intentos de frenar el contrabando en Colombia antes de que los mercados del país estén repletos de productos de procedencia ilícita.
EEUU
Asegura que Omar Ambuila, quien tenía un modesto salario mensual de 3,000 dólares como inspector portuario de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), recibió desde 2012 al menos 600,000 dólares en sobornos procedentes del extranjero de acuerdo con lo que han rastreado los investigadores, pero podría haber recibido mucho más.
Jiménez dijo que Ambuila utilizó algunos de los fondos ilícitos para enviar a su hija a la Universidad de Miami, donde estudió entre 2013 y 2017 y obtuvo un título en finanzas.
Jenny Ambuila disfrutaba de un estilo de vida muy por encima de su estatus como estudiante universitaria, comprando de manera habitual en tiendas de diseñador como Gucci y Dolce & Gabanna, además de pasar lujosas vacaciones en lugares como Milán y París.
A menudo compartía fotografías de su extravagante vida en Instagram y Facebook, en donde se describe como inversionista de riesgos, operadora de bolsa internacional e influencer de redes sociales.
Pero la afición de Ambuila por presumir su estilo de vida también le causó problemas a su familia.
Jiménez dijo que mientras los investigadores inspeccionaban los perfiles de Ambuila en redes sociales, también comenzaron a indagar sobre algunas de sus compras, incluyendo la adquisición en 2017 de un Lamborghini Huracan Spyder con valor superior a los 300,000 dólares.
La compra del auto Lamborghini fue desvirtuada "por los investigadores, ya que se verificó que para el mencionado año Ambuila no tenía bienes a su nombre".
En redes sociales, Ambuila compartía fotografías y videos en los que posaba junto al vehículo deportivo de color rojo, que tenía el nombre de su cuenta de Instagram tallado sobre el maletero. Mientras vivía en Miami también compró una camioneta Porsche Cayenne.
“La gente asume que porque ellos no pudieron, tú tampoco”, escribió Ambuila en una publicación en mayo de 2017 en Facebook, junto con una fotografía del Lamborghini. “Demuéstrales lo contrario”.
Ambuila, quien está bajo arresto domiciliario en Colombia, no ha respondido hasta el momento a las solicitudes de comentario realizadas a través de redes sociales, pero les ha dicho a las autoridades que financió sus gastos de lujo mediante el desarrollo de negocios que incluye una heladería y un servicio de mercado de divisas.
“La constitución de las empresas está”, dijo Jiménez a Blu Radio de Colombia. “Pero no tienen cómo justificar esas grandes cantidades de dinero”.
Ambuila fue acusada de lavado de dinero. Su padre y su madre están en prisión por cargos adicionales de corrupción y ayuda a contrabandistas.
Jiménez dijo que los investigadores esperan atrapar a otros supuestos miembros de la red de contrabando de Buenaventura en los próximos meses.