NUEVA YORK — La fundación creada por los organizadores del movimiento Black Lives Matter sigue teniendo decenas de millones de dólares tras gastar más de 37 en becas, inmuebles, asesores y otros gastos, según un documento fiscal presentando ante el Servicio Interno de Impuestos del Departamento del Tesoro de Estados Unidos (IRS, por sus siglas en inglés).
En un nuevo Formulario 990 de 63 páginas compartido en exclusiva con The Associated Press, Black Lives Matter Global Network Foundation Inc. reportó que invirtió 32 millones de dólares en acciones de los 90 que recibió en donaciones durante las protestas contra el racismo en 2020. Se espera que esta inversión permita garantizar que la labor de la fundación continúa en el futuro, afirman los organizadores.
Terminó su último año fiscal, del 1 de julio de 2020 al 30 de junio de 2021, con casi 42 millones de dólares en activos netos. La fundación tenía un presupuesto operativo de alrededor de cuatro millones de dólares, según un miembro de su consejo de administración.
La declaración fiscal muestra que se gastaron cerca de seis millones de dólares en un complejo de la zona de Los Ángeles que pretenden utilizar como campus para una beca para artistas negros.
Esta es la primera vez que la fundación BLM reporta públicamente sus cuentas desde que se estableció en 2017. Como nueva organización sin ánimo de lucro, había estado bajo el patrocinio fiscal de una ONG consolidada y no estuvo obligada a revelar sus finanzas hasta que se convirtió en una entidad independiente, 501(c)(3), en diciembre de 2020.
El documento sugiere que la organización está buscando su equilibrio: actualmente no tiene director ejecutivo ni personal interno. “Parece que se trata de una ONG que acaba de empezar, sin una estructura de gobierno sustancial y que ha recibido una gran cantidad de dinero”, señaló Brian Mittendorf, profesor de contabilidad en la Universidad Estatal de Ohio especializado en organizaciones no gubernamentales.
El movimiento BLM surgió en 2013, tras la absolución del voluntario de un grupo de vigilancia vecinal que mató a Trayvon Martin, de 17 años, en Florida. Pero fue la muerte de Michael Brown a manos de la policía de Ferguson, Missouri, en 2014 la que convirtió el lema Black lives matter” en un grito de guerra para los progresistas y en el blanco favorito de las burlas de los conservadores.