WASHINGTON — Después de un receso de verano de seis semanas, los legisladores regresan al Capitolio este lunes enfrentando un panorama político diferente pero un problema desconcertante y muy familiar: descubrir cómo evitar un cierre.
Tienen solo tres semanas para hacerlo. Los fondos para el gobierno se agotan al final del año fiscal el 30 de septiembre, y el expresidente Donald Trump está instando a los republicanos a forzar un cierre a menos que se cumplan ciertas demandas. Un cierre cerraría agencias federales y parques nacionales, al tiempo que limitaría los servicios públicos y suspendería a millones de trabajadores apenas unas semanas antes de las elecciones.
La carrera presidencial se cierne sobre la recta final para el Congreso; se espera que salga nuevamente a fines de mes y regrese después del día de las elecciones. Cuando la Cámara de Representantes abandonó la ciudad para su descanso de verano el 25 de julio, el presidente Joe Biden acababa de abandonar la carrera presidencial, los demócratas se preparaban para elegir a la vicepresidenta Kamala Harris como su nueva abanderada y los republicanos se apresuraban a elaborar un nuevo manual contra Harris.
Los republicanos de la Cámara de Representantes ya han decidido algunas líneas de ataque, que destacarán en audiencias republicanas con gran carga política e investigaciones sobre Harris y su compañero de fórmula, el gobernador de Minnesota Tim Walz, en cuestiones que van desde la seguridad fronteriza hasta la retirada de Afganistán.