WASHINGTON — El principal republicano de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, respaldó públicamente el domingo a su colega Elise Stefanik para ser la número 3 del partido en la Cámara Baja, consolidando el apoyo de un grupo de congresistas leales a Donald Trump frente a la representante Liz Cheney, abierta crítica del expresidente por desacreditar las elecciones de 2020.
Los republicanos de la Cámara de Representantes podrían votar el miércoles para destituir a Cheney, la mujer de más alto rango en el liderazgo republicano e hija del ex vicepresidente Dick Cheney, y reemplazarla con Stefanik, cuyo ascenso ha recibido el respaldo de Trump.
Cuando el domingo se le preguntó en una entrevista en “Sunday Morning Futures” de Fox News Channel si apoyaba a Stefanik, republicana por Nueva York, para el puesto de presidenta de la Conferencia Republicana, McCarthy respondió: “Sí”.
“Queremos estar unidos para seguir adelante, y creo que eso es lo que sucederá”, dijo en respuesta a una pregunta sobre si ya tenía los votos para quitar del puesto a Cheney, republicana por Wyoming.
KEVIN MCCARTHY LA APOYÓ PARA QUE SEA LA NÚMERO TRES EN LA CÁMARA BAJA
McCarthy dijo que el puesto de liderazgo debe centrarse en un mensaje “día tras día” sobre lo que él considera problemas de la administración de Joe Biden.
Cheney se ha enfrentado a los republicanos, incluido McCarthy, republicano por California, por hacer caso de las falsas afirmaciones de Trump de que las elecciones de noviembre le fueron “robadas”.
EEUU
En una opinión publicada el miércoles en The Washington Post, la legisladora denunció el “peligroso y antidemocrático culto a la personalidad de Trump” y aconsejó a sus colegas republicanos no aceptar las declaraciones del exmandatario ni aprovecharse de ellas “con fines políticos y de recaudación de fondos”.
McCarthy negó el domingo que el esfuerzo de los republicanos por destituir a Cheney se basara en sus opiniones sobre Trump o en su voto para acusarlo por los disturbios del 6 de enero en el Capitolio.
Dijo que la atención que ella puso en Trump la distrajo del objetivo de los republicanos de recuperar la cámara baja en 2022 y oponerse como debería a la agenda de Biden.