WASHINGTON DC - El gobierno federal presentó este jueves su plan largamente esperado de prohibir los cigarrillos mentolados y los cigarros saborizados, destacando los perjuicios que causan a la población negra y juvenil.
“Las normas propuestas ayudarán a impedir que los niños sean la próxima generación de fumadores y ayudarán a los fumadores adultos a dejar el hábito”, dijo el secretario de Salud y Servicios Humanos, Xavier Becerra, en un comunicado.
Añadió que la prohibición sería un “paso importante hacia la equidad en la salud” al reducir las disparidades en el consumo del tabaco.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) dijo que la eliminación de los cigarrillos mentolados impediría entre 300,000 y 650,000 muertes por tabaquismo a lo largo de 40 años.
QUÉ ES EL MENTOL Y POR QUÉ HACE A LOS CIGARRILLOS MÁS ADICTIVOS
Más de un tercio de los cigarrillos vendidos en Estados Unidos son mentolados, y los principales consumidores son personas negras y jóvenes.
El mentol es un componente a base de alcohol que se utiliza para crear una sensación de frescura al fumar, facilitando el consumo del humo y la nicotina. A su vez, se ha demostrado que el mentol facilita contraer el hábito y dificulta abandonarlo.
Según datos de la FDA, un 85% de los fumadores negros prefieren los cigarrillos mentolados. Este grupo tiene más probabilidades que los fumadores blancos de desarrollar cáncer pulmonar.
La FDA ha intentado en varias ocasiones eliminar el mentol, pero ha enfrentado la oposición de las grandes tabacaleras, legisladores e intereses políticos bajo gobiernos de ambos partidos.
Grupos antitabaco y promotores de los derechos civiles han demandado a la FDA por demorar medidas en respuesta a pedidos anteriores de prohibir el mentol.
La FDA también intentará prohibir el mentol y decenas de sabores como la uva y la fresa de los cigarros, cada vez más populares entre los jóvenes, en particular los adolescentes negros.
Las propuestas de la agencia serán apenas los borradores iniciales. La FDA recibirá opiniones antes de emitir las normas finales, que podrían enfrentar años de apelaciones legales de las tabacaleras.