WASHINGTON —El informe de inflación del gobierno se dio a conocer este martes, mostrando que la aceleración de los precios en Estados Unidos se mantuvo crónicamente alta en febrero, el 6%, lo que coloca a la Reserva Federal en una posición inusualmente difícil.
El índice de precios al consumidor aumentó un 0.4% en febrero de 2023, un aumento del 6.0% en los últimos 12 meses.
Los aumentos de los precios al consumidor en Estados Unidos se moderaron levemente de enero a febrero, pero aún apuntan a una tasa de inflación elevada que representa un desafío para la Reserva Federal en un momento delicado para el sistema financiero.
El gobierno dijo este martes que los precios aumentaron un 0.4% el mes pasado, justo por debajo del aumento del 0.5% de enero. Sin embargo, excluyendo los costos volátiles de los alimentos y la energía, los llamados precios subyacentes subieron un 0.5% en febrero, ligeramente por encima del aumento del 0.4% de enero. La Fed presta especial atención a la medida central como indicador de las presiones inflacionarias subyacentes.
Aunque los precios están subiendo mucho más rápido de lo que quiere la Fed, algunos economistas esperan que el banco central suspenda su racha de aumentos de tasas de interés de un año cuando se reúna la próxima semana. Con el colapso de dos grandes bancos desde el viernes alimentando la ansiedad sobre otros bancos regionales, la Fed, por ahora, puede centrarse más en impulsar la confianza en el sistema financiero que en su campaña a largo plazo para controlar la inflación.
Se había considerado seguro que la Fed elevaría su tasa de interés de referencia en al menos un cuarto de punto cuando se reúna la próxima semana. Muchos analistas incluso esperaban un aumento agresivo de medio punto si el informe de este martes para febrero apuntaba nuevamente a una inflación elevada. Pero eso fue antes de las dos grandes quiebras bancarias del fin de semana pasado y de una serie de medidas de emergencia que dio a conocer la Fed para tratar de reforzar la confianza en el sistema financiero.
Con los precios de las acciones bancarias cayendo el lunes y los temores de una mayor inestabilidad financiera en los mercados, la mayoría de los economistas ahora esperan que la Fed detenga sus aumentos de tasas la próxima semana para evitar causar más inestabilidad en un momento delicado para el sistema bancario.