HOUSTON - Una pareja de Houston ha sido acusada de homicidio agravado por la muerte de un niño de 8 años que murió en la bañera de una habitación de motel después de haber sido golpeado brutalmente, esposado y atado con cinta adhesiva en marzo de 2021, anunció la fiscal de distrito del condado de Harris, Kim Ogg.
“Creemos que lo esposaron, le ataron los tobillos y las piernas con ligaduras y cinta adhesiva, le taparon la boca con cinta adhesiva y lo golpearon tan severamente que murió por un traumatismo contundente o se asfixió con la sangre de sus dientes rotos”, dijo la fiscal Ogg.
De acuerdo con la fiscal, el ataque fue perpetrado por la madre del niño y el novio de esta.
“La forma en que murió este niño pequeño es casi impensable y absolutamente horrible”, dijo Ogg.
La madre, Kayla Holzendorf, de 25 años, y su novio, Dominique Lewis, de 29, fueron acusados formalmente el jueves por un jurado especial del condado Harris por el incidente ocurrido el 23 de marzo de 2021.
La pareja llamó al 911 para decir que Keyontae Holzendorf, de 8 años, se había ahogado en la bañera del motel donde vivían.
Los socorristas de la policía de Houston y del Departamento de Bomberos llegaron y descubrieron que el niño estaba mojado y que había vapor en el baño, según los registros judiciales. Lewis tenía su ropa mojada.
El niño fue llevado al Texas Children´s Hospital donde fue declarado muerto.
Según el reporte forense, el menor tenía numerosas lesiones, incluidas marcas graves de ligaduras en los tobillos y las muñecas (debido a las esposas), dientes rotos y grandes trozos de piel que faltaban en el muslo, el pecho, la parte superior de los brazos y los genitales.
EEUU
La pareja le dijo a la policía que el niño no había ido a la escuela en un año y medio y que no tenía amigos.
Supuestamente, el niño vendía panecillos en la calle que su mamá compraba en un supermercado, pero que él decía los había hecho su mamá.
“Esto es tortura infantil obvia y la evidencia es clara de que los acusados actuaron intencionalmente. Fue un homicidio”, dijo el asistente del fiscal de distrito Gilbert Sawtelle, quien está procesando el caso y es jefe de la división de muertes infantiles de la Fiscalía.
En caso de ser hallados culpables, la pareja se enfrenta a la pena de muerte o a la cadena perpetua sin libertad condicional.
ASÍ OCURRIERON LOS HECHOS
Según la llamada que la mujer hizo al 911 ese 23 de marzo al reportar el hecho, el niño habría muerto ahogado en la tina de la habitación del hotel Quality Inn Suites West Chase, ubicado en el 2930 W. Sam Houston Parkway.
Los equipos de emergencia que arribaron al hotel encontraron el menor en la mitad de la habitación con "múltiples lesiones" que no coincidían con un ahogamiento.
Entre ellas, le faltaban perdazos de piel en el pecho, brazos y cadera.
Tras ser llevado al Texas Children´s Hospital West, los médicos lo declararon muerto.