AUSTIN, Texas.- Un estudio científico concluyó que el castigo físico, como las nalgadas a los niños, no es efectivo para prevenir problemas de comportamiento infantil o promover resultados positivos y, en cambio, predice aumentos en los problemas de comportamiento y otros resultados deficientes con el tiempo. El estudio de un grupo internacional de científicos que incluye a una investigadora de la Universidad de Texas en Austin se publicó en The Lancet.
En las conclusiones del estudio se afirma que el castigo físico se ve cada vez más como una forma de violencia que daña a los niños. "Esta revisión narrativa resume los hallazgos de 69 estudios longitudinales prospectivos para informar a los profesionales y a los responsables políticos sobre los resultados del castigo físico".
De acuerdo a un comunicado de la Universidad de Texas, los cuidadores en muchas partes del mundo utilizan el castigo físico (incluyendo nalgadas) como respuesta a la mala conducta percibida de los niños: el 63% de los niños de entre 2 y 4 años en todo el mundo (aproximadamente 250 millones de niños) son sometidos regularmente a castigos físicos por parte de los cuidadores.
En 62 países han prohibido la práctica, que se considera cada vez más como una forma de violencia.
El equipo examinó estudios que implicaban castigo físico, como nalgadas, y excluyó cualquier comportamiento que pudiera constituir abuso físico infantil. Los investigadores encontraron una amplia evidencia para apoyar una declaración del Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas que recomendaba a los países que pusieran fin al uso de todo tipo de castigo físico en los niños.
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“No hay evidencia de que el castigo físico sea bueno para los niños”, dijo la profesora Elizabeth Gershoff, y autora principal del estudio. "Toda la evidencia indica que el castigo físico es perjudicial para el desarrollo y el bienestar de los niños".
La revisión analizó 69 estudios, la mayoría de los cuales eran de Estados Unidos, con ocho de otros países. Los científicos encontraron que el castigo físico no estaba asociado con ningún resultado positivo para los niños y aumentaba el riesgo de que los niños sufrieran violencia o negligencia severa.
El documento señala que los resultados negativos asociados con el castigo físico, como los problemas de conducta, ocurrieron sin importar el sexo, la raza o la etnia del niño y sin importar los estilos generales de crianza de los cuidadores. Los autores también encontraron evidencia de que la magnitud de los resultados negativos para los niños aumentaba cuanto más frecuentemente se usaba el castigo físico.
“Los padres golpean a sus hijos porque creen que al hacerlo mejorará su comportamiento”, dijo Gershoff. "Desafortunadamente para los padres que golpean, nuestra investigación encontró evidencia clara y convincente de que el castigo físico no mejora el comportamiento de los niños y, en cambio, lo empeora".
En los Estados Unidos, es legal en los 50 estados que los padres utilicen el castigo físico. También es legal en 19 estados que las escuelas utilicen castigos físicos contra los niños. El documento fue pensado como un recurso para los legisladores y las personas que trabajan con familias, como proveedores médicos y de salud mental.