Washington - La Reserva Federal (Fed) confirmó el cambio de rumbo en la política monetaria de EEUU al anunciar una rebaja de los tipos de interés un cuarto de punto, hasta el rango de entre 2 y el 2,25 %, ante la debilidad económica global y la inflación "apagada" en el país.
Se trata del primer recorte del precio del dinero en EEUU en más de una década, ya que el anterior se produjo justo después de la aguda crisis financiera de finales de 2008.
"Tiene la intención de actuar como seguro contra los riesgos de un crecimiento global débil y la incertidumbre en las políticas comerciales, ayudar a compensar los efectos que estos factores están teniendo sobre la economía, y promover un retorno más rápido de la inflación a nuestro objetivo del 2 %", explicó Jerome Powell, presidente de la Fed, en una rueda de prensa.
La decisión no se tomó de manera unánime, lo que refleja las dudas internas, al contar con 8 votos a favor y 2 en contra, los de Eric Rosengren, presidente de la Fed del distrito de Boston, y Esther George, de la Fed de Kansas City.
"El panorama para la economía de Estados Unidos es favorable, y esta medida está diseñada para respaldar ese panorama", indicó Powell.
En este sentido, el presidente la Fed apuntó que la reducción de los tipos de interés "no es el principio de un prolongado ciclo" de recortes, pero tampoco señaló que fuese el último.
La reducción de tipos de interés, no obstante, no fue suficiente para el presidente Donald Trump, que posteriormente aseguró que Powell lo "decepcionó" al no apostar por un prolongado ciclo de abaratamiento del crédito.
EEUU
"Lo que el mercado quería oír de Jay (Jerome) Powell y la Fed era que este era el comienzo de un ciclo de reducción de tasas prolongado y agresivo que nos permitiría mantener el ritmo de China, la Unión Europea y otros países del mundo", dijo Trump en Twitter.
"Como de costumbre, Powell nos decepcionó" y reiteró que no está "recibiendo mucha ayuda de la Reserva Federal" para impulsar la economía estadounidense.
Los mercados reaccionaron con descensos, y el Dow Jones de Industriales, el principal indicador de Wall Street, caía 1,24 % una hora después de conocerse la bajada del precio del dinero.
"La Fed parece inclinarse hacia el estímulo, aunque sospechamos que la mayoría anticipan menos que lo que los mercados están considerando. Pronosticamos un solo recorte adicional, en septiembre, pero claro eso dependerá de los acontecimientos económicos y de los mercados", explicó Jim O'Sullivan, economista jefe para EEUU de High Frequency Economics.
La próxima reunión de política monetaria será el 17 y 18 de septiembre, y en ella se darán a conocer las nuevas previsiones de crecimiento en inflación.
Las tensiones comerciales entre EEUU y China, con sucesivas rondas de aranceles recíprocos, han lastrado la confianza y la inversión global.
Los datos macroeconómicos más recientes apuntan a un frenazo en Europa y una desaceleración en China.
Por su parte, la economía estadounidense se ralentizó en el segundo trimestre, según el primer cálculo oficial, a un ritmo anual del 2,1 % frente al 3,1 % registrado previamente en el comienzo del año.
La inflación interanual bajó dos décimas en junio al 1,6 %, con lo que se mantiene de manera persistente por debajo de la meta anual del 2% de la Fed.
Para añadir incertidumbre, desde la Casa Blanca no han cesado los ataques al banco central.
Powell insistió en la independencia de la institución cuyas decisiones, dijo, se basan exclusivamente en los datos económicos.
"Nunca tomamos en cuenta consideraciones políticas", subrayó.
Trump ya había reclamado este lunes nuevamente un recorte en las tasas de interés al cargar de nuevo contra la inacción de la Fed.
"La UE y China bajarán aún más sus tipos de interés y meterán más dinero en sus sistemas facilitando mucho más a sus fabricantes la venta de sus productos", había adelantado el mandatario.
"Mientras tanto - agregó- , y con escasa inflación, nuestra Fed no hace nada, y probablemente hará poco en comparación".