AKCAKALE, Turquía — Los soldados estadounidenses que se retiran de Siria se dirigirán al oeste de Irak y seguirán realizando operativos contra el grupo terrorista ISIS, indicó el secretario de defensa estadounidense.
Mark Esper, secretario de Defensa de Estados Unidos llegó a la capital afgana el domingo y no descartó la idea de que las fuerzas estadounidenses realicen misiones antiterroristas de Irak a Siria. Pero comentó a los reporteros que viajaron con él que esos detalles serán definidos con el paso del tiempo.
Sus comentarios fueron los primeros en señalar específicamente a dónde irán los soldados estadounidenses que salen de Siria y cómo podría ser la lucha contra ISIS. Esper, que voló durante la noche a Afganistán, dijo que habló con su contraparte iraquí sobre el plan para trasladar a aproximadamente 1,000 soldados al oeste de Irak.
Los acontecimientos dejaron claro que una de los argumentos esgrimidos por el presidente Donald Trump para retirar a los soldados de Siria no se hará realidad en el futuro cercano.
“Es momento de traer a nuestros soldados a casa”, afirmó Trump el miércoles. No volverán a casa, aunque Trump tuiteó el domingo: “Los soldados de Estados Unidos no están en combate o en zonas de cese al fuego” y “¡Trayendo de vuelta a nuestros soldados!”.
Mientras Esper salía de Washington el sábado, los soldados estadounidenses seguían abandonando el norte de Siria luego de la invasión de Turquía en la frontera de la región.
Seguían reportes de enfrentamientos esporádicos entre los combatientes apoyados por los turcos y los kurdos, aliados de Estados Unidos, pese a un acuerdo de cese al fuego.
EEUU
El Ministerio de Defensa de Turquía dijo que un soldado falleció en enfrentamientos con combatientes kurdos.
Trump ordenó el retiro de aproximadamente 1,000 soldados estadounidenses en Siria luego de que el presidente turco Recep Tayyip Erdogan dejó claro en una llamada telefónica que sus fuerzas iban a invadir Siria para hacer retroceder a las fuerzas kurdas, a quienes Ankara considera como terroristas.
Por otro lado, combatientes y civiles kurdos comenzaron a evacuar un asediado pueblo sirio el domingo, la primera retirada bajo el cese de fuego negociado por Estados Unidos y allanando el camino para un mayor retiro de sus fuerzas de partes de la frontera turca.
La evacuación es un impulso para el inestable cese de fuego desde que comenzó el jueves por la noche. Han surgido enfrentamientos a diario, con ocasionales disparos de artillería, especialmente en los alrededores de Ras al-Ayn, pueblo fronterizo donde los combatientes kurdos han sido rodeados por fuerzas lideradas por turcos.
Un funcionario local en Ras al-Ayn dijo a The Associated Press que combatientes kurdos y civiles han comenzado a salir en convoyes pero que no estaba seguro si terminarían de salir el domingo. El funcionario habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado para hablar sobre el proceso.
La tregua sólo estipula la retirada de combatientes kurdos, pero los civiles kurdos también están saliendo porque sin protección temen atrocidades por las fuerzas sirias respaldadas por turcos.
Esos combatientes, que son árabes y muchas veces extremistas islámicos, han sido acusados de asesinatos de civiles kurdos y capturaron combatientes durante su campaña y en otros territorios sirios tomados en campañas turcas desde el 2017.
Conforme al acuerdo, el retiro debe concluir el martes por la noche, cuando vence el cese de fuego, o pausa de combates como lo llama Turquía.
El gobierno del presidente Donald Trump negoció el acuerdo tras ser fuertemente criticado en Estados Unidos y el extranjero por allanar el camino para la invasión turca al retirar abruptamente a sus soldados del noreste de Siria.
Al hacer esto abandonó a las fuerzas lideradas por kurdos, que se habían aliado con estadounidenses para combatir al grupo Estado Islámico.