WASHINGTON DC - El presidente Joe Biden dijo este jueves que “tenemos un acuerdo” para indicar que existe un pacto bipartidista sobre el plan de infraestructura de $953,000 millones que le permitiría alcanzar su principal prioridad legislativa y convalidaría sus esfuerzos para negociar con la oposición.
Biden apareció sorpresivamente frente a las cámaras con un grupo de senadores de ambos partidos después de llegar al acuerdo. Se difundieron escasos detalles, pero el plan reducido con $559,000 millones en gastos nuevos tiene el respaldo de republicanos y demócratas y podría abrir la puerta más adelante a otros proyectos presidenciales por $4 billones.
El presidente dijo que no todos consiguieron lo que esperaban y que otras prioridades de la Casa Blanca se tratarán por separado en un proceso presupuestario legislativo llamado reconciliación.
“Hemos llegado a un acuerdo”, tuiteó luego Biden. “Un grupo de senadores —cinco demócratas y cinco republicanos— se ha reunido y forjado un acuerdo sobre infraestructura que creará millones de empleos estadounidenses”.
Aunque restan problemas sobre la financiación de los nuevos gastos, los senadores salieron de la Casa Blanca con una sensación de confianza de haberlos abordado.
Previamente los principales colaboradores de Biden se habían reunido con varios senadores en el Capitolio y luego los titulares demócratas de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, y el senado, Chuck Schumer.
El acuerdo requiere un impulso legislativo complejo. Pelosi elogió el paquete bipartidista, pero advirtió que se lo debe conciliar con los objetivos más amplios del presidente que el Congreso está preparando bajo el proceso de reconciliación presupuestaria.
“Esto es importante”, dijo Pelosi. “No habrá proyecto de ley bipartidista sin proyecto de ley de reconciliación”.
La dirigente demócrata dijo que la Cámara de Representantes no pasaría a votar hasta tanto el Senado trate los dos paquetes.
CAMBIO DE PLANES TRAS MESES DE CHARLAS
Cuando comenzaron las negociaciones, Biden propuso un plan de $2.25 billones, pero los republicanos lo rechazaron con el argumento de que incrementaría el déficit de EEUU, por lo que el tamaño del plan se ha ido reduciendo para intentar lograr un acuerdo.
Antes del acuerdo, el último plan que presentó el grupo bipartidista de senadores incluía $579,000 millones en nuevos gastos para llegar a $974,000 millones en cinco años y $1.2 billones en ocho años.