Un número cada vez mayor de hogares con bajos ingresos han sido despojados de los fondos que utilizan para comprar alimentos, y al no haber protecciones federales contra el fraude para ellos, la mayoría tiene pocas esperanzas de obtener algún día el reembolso.
Los ladrones que utilizan dispositivos ocultos de "skimming" tienen cada vez más en el punto de mira las tarjetas de prestaciones que utilizan los participantes en el Programa de Asistencia Nutricional Complementaria, o SNAP. Los robos electrónicos han aumentado tanto en los últimos meses que el Departamento de Agricultura de EE.UU., que financia el programa, emitió a finales de octubre una advertencia sobre el "skimming" del SNAP.
Los estados han adoptado algunas medidas de prevención, como pedir a los participantes que cambien sus PIN. Pero la mayoría no se ha comprometido a restablecer las prestaciones.
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