Washington D.C.- El presidente Donald Trump estaría considerando nuevamente, a pocas semanas para dejar la presidencia, poner fin al derecho a la ciudadanía para los bebés nacidos en suelo estadounidense que tengan padres indocumentados, según reportó el medio especializado The Hill.
De acuerdo a The Hill, citando dos fuentes familiarizadas con el asunto, la administración de Trump estarían debatiendo borradores de una orden ejecutiva para darle forma a la intención de privar de ciudadanía a los llamados "anchor baby" o "bebés anclas".
Al respecto el viernes pasado un vocero de prensa de la Casa Blanca, Judd Deere, expresó en un comunicado que "desde que asumió el cargo, el presidente Trump nunca ha rehuido el uso de su autoridad ejecutiva legal para promover políticas audaces y cumplir las promesas que hizo al pueblo estadounidense, pero no especularé ni comentaré sobre una posible acción ejecutiva".
Esta no es la primera vez que Trump intentaría revivir el tema. Pero la propuesta de ciudadanía inevitablemente desencadenaría una batalla legal arriesgada sobre si el presidente puede alterar el entendimiento aceptado desde hace mucho tiempo de que la 14a Enmienda otorga la ciudadanía a cualquier niño nacido en suelo estadounidense, independientemente del estado migratorio de sus padres.
Desde hace tiempo Trump ha dicho que sus abogados le aseguraron que el cambio podría hacerse "solo con una orden ejecutiva", un argumento que ha estado haciendo desde sus primeros días como candidato, cuando calificó la ciudadanía por nacimiento como un "imán para la inmigración ilegal" y se comprometió a ponerle fin.
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No hay cifras sobre cuántas mujeres extranjeras viajan a Estados Unidos específicamente para dar a luz. El Centro de Estudios de Inmigración, un grupo que aboga por leyes de inmigración más estrictas, estimó que en 2012 unas 36,000 mujeres nacidas en el extranjero dieron a luz en los Estados Unidos y luego abandonaron el país.
En los últimos años lugares como Florida han experimentado un auge en el llamado "turismo de nacimiento". Cada año, cientos de mujeres rusas embarazadas viajan a los Estados Unidos para dar a luz, pagando entre 20,000 dólares y más de 50,000 dólares a agentes que gestionan sus documentos de viaje, alojamiento y estadías en el hospital. Un número considerable de mujeres de China y Nigeria también vienen a Estados Unidos por la misma razón.
La cláusula de ciudadanía de la Constitución fue parte de las enmiendas posteriores a la Guerra Civil que consagraron los derechos de los afroamericanos. La cláusula de ciudadanía, en particular, tenía la intención de revocar la notoria decisión de Dred Scott de 1857 de la Corte Suprema que sostenía que los afroamericanos no eran ciudadanos.
La Corte Suprema nunca se ha pronunciado directamente sobre la aplicación de la cláusula a los hijos de inmigrantes que se encuentran en Estados Unidos ilegalmente. Trump no nunca ha hecho una distinción entre estatus legal e ilegal en sus comentarios sobre el tema en el pasado.
Una decisión de la Corte Suprema de 1898 sostuvo que el hijo nacido en Estados Unidos de inmigrantes chinos legales era un ciudadano bajo la Decimocuarta Enmienda; una nota a pie de página en una decisión de 1982 sugiere que no debería haber diferencia para los hijos de padres nacidos en el extranjero, ya sea que se encuentren en los EE. UU. legal o ilegalmente.