WASHINGTON DC - A un año de la muerte de George Floyd, el presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris se reunieron con la familia de Floyd en la Casa Blanca y expresaron su intención de impulsar una reforma judicial a nivel nacional.
“Para poder traer un cambio verdadero, debemos hacer responsables a los oficiales de la ley que violan sus juramentos, y necesitamos construir una confianza duradera entre las mujeres y hombres que llevan placas con las comunidades que ellos juraron proteger”, dijo Biden en un comunicado.
Floyd, un hombre negro de 46 años, murió luego de que Derek Chauvin, entonces un oficial de la policía de Minneapolis, lo sometiera al suelo colocándole la rodilla sobre su cuello durante casi nueve minutos.
“He apoyado mucho la legislación que se aprobó en la Cámara Baja, y aprecio los esfuerzos de republicanos y demócratas para aprobar este proyecto en el Senado. Espero poder tenerla en mi escritorio pronto”, agregó Biden.
Chauvin fue hallado culpable en abril de cargos de asesinato y de homicidio, y se encuentra a la espera de su sentencia en junio.
Por su parte, Philonise Floyd, hermano de George, expresó su gratitud hacia el presidente y la vicepresidenta por recibirlos en la Casa Blanca.
“Fue una buena reunión. [Biden] es un tipo auténtico. Ellos (Biden y Harris) siempre son sinceros y fue un placer poder reunirnos. Estamos muy agradecidos por sus esfuerzos para aprobar una legislación en el Congreso”, dijo Philonise ante medios de prensa frente a la mansión presidencial.
“Si se pudo aprobar una ley federal para proteger al águila calva, entonces se puede aprobar una ley federal para proteger a las personas negras”, agregó Philonise.
Previo a su reunión con Biden, la familia de Floyd se reunió con varios congresistas en el Capitolio.
“Esperamos reconfortar a la familia de ustedes aprobando una ley próximamente”, dijo la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, en conferencia de prensa junto a la familia.
LOS DETALLES DE LA REFORMA JUDICIAL
La Cámara Baja aprobó en marzo una versión de la legislación, el George Floyd Justice in Policing Act.
Esta legislación pretende acabar, entre otras cosas, con el uso de técnicas de estrangulamiento, así como con la "inmunidad legal" para los agentes y la militarización de los departamentos policiales.
El principal punto de desacuerdo sobre el proyecto de reforma policial entre republicanos y demócratas es la revisión de la conocida como "inmunidad legal", que blinda a funcionarios gubernamentales como los policías frente a posibles demandas.
Las cifras demuestran que las unidades policiales militarizadas (conocidas como equipos SWAT) en Estados Unidos se despliegan con mayor frecuencia en comunidades de menores ingresos, con una gran proporción de residentes negros, incluso después de controlar las tasas de delincuencia locales, de acuerdo a un estudio de la Universidad de Princeton publicado en la revista científica PNAS.