WASHINGTON — El presidente Joe Biden sigue dando positivo al COVID-19, después de varios días de enfrentar un rebrote del virus tras ser tratado con el antiviral Paxlovid.
La tos ha disminuido este miércoles y el mandatario sigue sin fiebre y sintiéndose bien, informó el médico de la Casa Blanca, Kevin O’Connor, en la actualización diaria sobre el estado de salud de Biden.
Asimismo, Biden “sigue sin fiebre” y que su pulso, presión sanguínea, tasa respiratoria y saturación de oxígeno “siguen enteramente normales”.
El mandatario volvió a dar positivo al COVID-19 el 30 de julio, lo que le obligó a cancelar viajes y eventos en persona mientras se aísla durante al menos cinco días, de acuerdo con las pautas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
Después de dar positivo inicialmente el 21 de julio, Biden, de 79 años, fue tratado con el medicamento antiviral Paxlovid. Dio negativo para el virus el 26 y 27 de julio, lo que lo autorizó a salir del aislamiento mientras usaba una mascarilla en espacio cerrados.
Biden tendrá que seguir en aislamiento hasta al menos el jueves, de acuerdo con las directrices de los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC), y quizás por más tiempo bajo protocolos de la Casa Blanca, si sigue dando positivo.
El caso del rebrote de Biden —el presidente volvió a dar positivo el sábado, apenas tres días después de haber sido autorizado a salir de aislamiento luego de dos resultados negativos el martes y el miércoles— le ha dejado deseoso de volver a su agenda normal.
Durante su primera ronda con el virus, Biden, de 79 años, fue tratado con el medicamento antiviral Paxlovid y sus síntomas principales fueron moquera, fatiga y tos, dijo su médico.
QUÉ ES EL EFECTO "REBOTE" DEL MEDICAMENTO PAXLOVID
Investigaciones sugieren que una minoría de los pacientes a los que se les recetó Paxlovid experimentaron un caso de rebote del virus. El hecho de que posiblemente haya ocurrido un rebote en lugar de una reinfección es una señal positiva para la salud de Biden una vez que esté libre de la enfermedad.
“El hecho de que el presidente haya curado su enfermedad y no tenga síntomas es una buena señal y hace que sea menos probable que desarrolle un COVID-19 prolongado”, dijo el Dr. Albert Ho, especialista en enfermedades infecciosas de la escuela de salud pública de la Universidad de Yale.