WASHINGTON — La Casa Blanca está explorando una teoría de que los viajes desde México pudieran estar contribuyendo a una nueva ola de infecciones de coronavirus, más que las medidas que han tomado los estados para reanudar las actividades económicas.
La idea fue discutida en cierta medida el jueves durante una reunión del grupo de trabajo sobre coronavirus del gobierno en la Sala de Crisis de la Casa Blanca, que se centró en identificar los elementos comunes entre los brotes nuevos, según dos funcionarios gubernamentales al tanto de las pláticas.
Actualmente se ha registrado un repunte de casos de COVID-19 en casi la mitad de los estados del país, según un análisis de The Associated Press. Eso incluye a Arizona, en donde se les ha informado a los hospitales que se preparen para lo peor, y Texas, que tiene la mayor cantidad de pacientes hospitalizados en su historia.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus iniciales en inglés) enviaron equipos a Arizona y a otras zonas donde hay infecciones para tratar de rastrear los brotes y contenerlos, según los funcionarios, que hablaron a condición de guardar el anonimato porque no tenían autorización para describir públicamente las deliberaciones internas. Ni funcionarios de los CDC ni la Casa Blanca respondieron de inmediato a solicitudes de comentario.
Además de Arizona, otros estados que están registrando aumentos recientes de infecciones incluyen California, Texas y Carolina del Norte, sobre todo en las comunidades hispanas. Como resultado, el grupo de trabajo revisó si esos repuntes podrían estar vinculados con viajes legales entre Estados Unidos y México, que está experimentando un grave brote de coronavirus.
México ha reportado más de 133,000 casos confirmados de COVID-19 y casi 16,000 decesos, según datos de la Universidad Johns Hopkins, una cifra considerablemente menor a la de Estados Unidos, donde hay más de 2 millones de infecciones y más de 113,000 fallecimientos.
Estados Unidos y México concretaron en marzo un acuerdo para restringir los viajes no esenciales en la frontera entra ambas naciones a fin de intentar contener la propagación del coronavirus, aunque Washington permite el ingreso de ciudadanos estadounidenses y de muchas otras personas, incluyendo las que realizan tráfico comercial y trabajadores agrícolas.
De cualquier forma, el traslado transfronterizo sigue muy disminuido, y el Departamento de Estado de Estados Unidos mantiene su recomendación a la ciudadanía de evitar cualquier viaje internacional debido a la pandemia.