Inmigración

La Casa Blanca defiende que reabrir centro para menores migrantes es la “mejor opción”

Durante el mandato de Trump, los demócratas criticaron con dureza centros como el de Carrizo Springs y otros como el de Tornillo, también en Texas, o el de Homestead, en Florida.

Telemundo

Con signos de frustración y disgusto, grupos de activistas pidieron este jueves al Gobierno de Joe Biden que no siga los pasos de su predecesor, Donald Trump, y desestime la idea de reabrir el centro de detención para menores indocumentados de Homestead, en el sureste de Florida.

WASHINGTON - La Casa Blanca defendió este jueves que la reapertura de un polémico centro de detención para menores inmigrantes en Carrizo Springs, Texas, es "la mejor opción" para atender a esos niños y adolescentes.

"La mejor opción bajo nuestro punto de vista es tomar a estos chicos, procesar (sus casos) a través de instalaciones del HHS (siglas en inglés de Departamento de Salud y de Servicios Humanos), donde hay protocolos contra COVID-19, donde están seguros, donde pueden tener acceso a cuidados médicos y educativos", dijo la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, en su rueda de prensa diaria.

"Hay muy pocas opciones buenas y elegimos la que pensamos que era la mejor", aseguró.

El lunes el HHS anunció que los primeros menores habían llegado a Carrizo Springs, con capacidad para 700 personas y que hace dos años fue transformado en un centro de detención bajo la Administración del expresidente Donald Trump, aunque el lugar ha permanecido cerrado desde julio de 2019.

El Gobierno de Joe Biden ha reabierto ese centro, que cuenta con tiendas de campaña y que está destinado para alojar a menores que cruzan la frontera desde México sin la compañía de un adulto.

Psaki justificó la decisión y señaló: "Tuvimos que reabrir esta instalación debido a los protocolos contra COVID-19, porque no podemos tener a niños en camas, uno junto a otro, necesitamos un espacio adecuado".

En ese sentido, subrayó que el centro de Carrizo Springs ha sido reformado y que dispone de servicios educativos y de salud, aunque el objetivo del Gobierno es trasladar a los menores fuera de esa instalación tan pronto como sea posible.

"Hay menores que huyen de la persecución, de amenazas en sus propios países, viajan por su cuenta, sin compañía -enumeró-, y nuestro punto de atención está en abordar esto desde un punto de vista humanitario, con la seguridad en mente, por lo que las medidas que hemos tomado son para que (sus casos) sean procesados lo más rápido posible".

En ese sentido, indicó que la reapertura de Carrizo Springs ha sido una "dura elección" porque había muy pocas opciones.

Una migrante que cayó a un pozo y sufrió serias lesiones en una pierna y espalda ya se encuentra con su esposo en Nueva York tras haber sido liberada por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, ICE. Su caso fue trasladado de Laredo, Texas en lo que autoridades califican como un "gesto humanitario".

"O mandamos a los niños de vuelta en un viaje muy peligroso a sus países, que no es una buena opción, no creo que nadie la apoye, o los mandamos a familias que no han sido examinadas (por las autoridades)", dijo Psaki, quien subrayó que en el pasado ha habido casos de menores que han acabado siendo víctimas de tráfico de personas.

Durante el mandato de Trump, los demócratas criticaron con dureza centros como el de Carrizo Springs y otros como el de Tornillo, también en Texas, o el de Homestead, en Florida.

El HHS es responsable de la gestión de las instalaciones para estancias largas de menores inmigrantes detenidos por la Patrulla Fronteriza de EEUU.

Según la cadena de televisión CBS, las 7,100 camas de las que HHS dispone para albergar a esos menores están prácticamente ocupadas, lo que ha llevado a esta agencia gubernamental a reabrir Carrizo Springs.

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