WASHINGTON - El presidente Joe Biden criticó las decisiones tomadas en Texas y Mississippi para revertir los mandatos estatales de uso de cubrebocas y otras medidas de control de contagios de COVID-19, mientras que catalogó esas accuibes como "pensamiento neandertal".
"Creo que es un gran error, espero que todos se den cuenta de que las mascarillas marcan una gran diferencia. Estamos a punto de poder cambiar fundamentalmente la naturaleza de esta enfermedad conforme podamos ser vacunados", dijo Biden a un grupo de periodistas, según reporte de NBC News.
"Lo último que necesitamos es ese pensamiento neandertal de: todo está bien, quítate la máscara, olvídalo", agregó.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, anunció el martes que era el momento de "de abrir Texas al 100%" citando como razón el impacto económico del virus y rescindiendo la orden de uso de tapabocas. Poco después del anuncio de Abbott, el gobernador de Mississippi, Tate Reeves, dijo que también pondría fin al mandato de uso de mascarillas. Ambos gobernadores son del partido republicano.
La decisión de los gobernadores se produjo apenas un día después de que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades advirtieran que suavizar las medidas de prevención podría hacer que los casos vuelvan a aumentar.
Andy Slavitt, principal asesor de la Casa Blanca para la respuesta frente al COVID-19, dijo el miércoles que el gobierno de Biden estaba "utilizando en toda la extensión" la potestad federal para hacer cumplir las pautas de salud y que estaban siendo muy claros en dejar saber lo que se espera. "Esperamos que otros funcionarios electos que tienen la autoridad en sus ámbitos escuchen", dijo.
Biden dijo que Estados Unidos corre el riesgo de sumar miles de muertes más por el coronavirus si los estadounidenses abandonan las directrices básicas para detener la propagación del virus, incluidas las máscaras y el distanciamiento social. "Es crítico, crítico, crítico que sigan la ciencia", dijo Biden sobre lo que deben hacer los gobernadores.
El presidente anunció el martes que se espera que Estados Unidos tenga para el mes de mayo suficientes dosis de las tres vacunas contra el COVID-19 para cada adulto en el país, lo cual marca una diferencia de dos meses antes de las estimaciones anteriores. Este cambió lo atribuyó al aceleramiento tanto de la producción como de la distribución de la vacuna.
