CALIFORNIA - En Long Beach, un vendedor de elotes sigue recuperándose de la golpiza que le propinaron dos ladrones que lo robaron a punta de pistola el lunes.
Según autoridades, fue un asalto que quedó captado por una cámara de seguridad, y que hizo llorar a los familiares de la víctima.
Los gritos que se escuchan en el video de una cámara de seguridad, son de vecinas aterrorizadas de lo que presenciaron, cuando vieron a la víctima, Viliulfo Fernández, de 51 años, siendo asaltado por dos sujetos.
“Le pegaron en la cabeza, lo noquearon, y de ahí le robaron su dinero, le robaron todo lo que tenía”, dijo Maribel Fernández, hija de la víctima.
“Siempre se la pasa en las calles trabajando [la víctima], y ya lo conoce mucha gente, a nadie le hacemos daño a nadie”, dijo Margarita Parada, esposa de la víctima.
El lunes, en la cuadra 1400 de la Avenida Locust, poco después de las 4:15 p.m. terminó herido e inconsciente cuando uno de los sujetos lo golpeó, mientras que el otro sospechoso apuntaba lo que parecía ser una arma, según testigos.
“A las mujeres que salieron a gritar para ayudar al hombre y a los jardineros también los amenazaron con pistola en mano”, señaló una vecina.
Fernández terminó hospitalizado y fue dado de alta el martes, y ahora sabe que fue afortunado y se preguntaba si pudo haber actuado en forma diferente.
“Lo que yo hice, ya que me estaban pidiendo dinero y sacaron la pistola, comencé a correr, y ese fue mi error”, dijo la víctima.
En su rostro tiene algunas cicatrices y moretones.
“Tengo un golpe más grande acá, pero no me duele tanto cómo el de acá”, dijo Fernández.
Los sospechosos siguen prófugos, pero la familia tiene la esperanza que alguien reconozca a los sospechosos a través de los videos de seguridad.
“Que tengan un poquito de compasión de las personas. Todos somos humanos, todos trabajamos para poder vivir, no es nomás de llegar y arrebatar las cosas”, dijo Fernández.
Por ahora la policía sigue investigando, y Fernández tendrá que seguir visitando al médico para asegurarse de que no se den secuelas por la golpiza que sostuvo.