El Departamento del Alguacil del condado de Los Ángeles, dijo este miércoles que dos supuestos pandilleros involucrados en cuatro tiroteos mortales en cuatro sitios diferentes del sur de California siguen detenidos, sin embargo, las autoridades aún buscan a un sospechoso más.
Fueron cuatro personas las que perdieron la vida y los investigadores del alguacil dicen que no tenían ninguna relación entre ellas, ni tampoco con los supuestos pandilleros. Además, creen que las víctimas fueron seleccionadas al azar.
Mientras tanto los familiares y amigos de las víctimas siguen llevando flores a altares improvisados cerca de algunas de las escenas donde murieron las víctimas.
Muchos en la comunidad siguen lamentando los hechos: la pérdida de vidas inocentes.
“Te llega porque está cerca de casa”, dijo una persona que vive cerca de uno de los lugares donde ocurrió el homicidio.
Entre tanto los dos supuestos pandilleros, que hasta el momento solo se han identificado por nombre, siguen detenidos en la cárcel del condado, esperando ser instruidos oficialmente de cargos.
Las autoridades identificaron a los dos hombres bajo custodia como Gary García, de 42 años, que tiene amplios antecedentes penales, y Wayne Timberland, de 20 años, sin antecedentes penales.
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Ambos hombres son miembros de pandillas, según el capitán Andrew Meyer del Departamento del Sheriff del condado de Los Ángeles.
El Departamento del Sheriff del condado de San Bernardino apoyó la operación del LASD para arrestar a uno de los sospechosos, dijeron los investigadores.
Los sospechosos están detenidos bajo fianza de 20 y 8 millones respectivamente por su supuesta participación en los cuatro ataques.
Un mapa proporcionado por el alguacil mostró como los tiroteos se dieron en un radio a la redonda de 5 millas.
El primer incidente se reportó el domingo 11 de febrero poco después de las 10 de la noche en la Avenida Bear en la ciudad de Bell. Fue en ese lugar donde murió Kevin Parada, de 24 años de edad.
Poco después de la medianoche más disparos en la Avenida Florence en Los Ángeles, donde se registra una segunda víctima.
Minutos más tarde, a las 12:19 a.m. del lunes, otra balacera en la calle Live Oak en Cudahy a la entrada de la escuela Ellen Ochoa, donde dos menores de edad fueron baleados. Javier Pedraza, de 14 años murió, un segundo joven fue al hospital y se está recuperando.
Y el cuarto incidente a las 2:37 a.m en la Avenida Santa Fe en Huntington Park, dejó muerto a un hombre que la policía solo identificó como un indigente que frecuentaba el área.
Las autoridades emitieron un boletín y localizaron el vehículo en que supuestamente viajaban los sospechosos en San Bernardino y detuvieron a un sospechoso y después de investigar localizaron a otro en una residencia de Compton.
Pero las autoridades informaron que buscan a otro sospechoso más que pudo haber estado involucrado.
Y eso tiene a algunos en la comunidad preocupados. “Nada más al azar andan disparándole a uno y ya no sabe uno, aunque no ande uno ni en cosas malas o pandillas, pues ya no sabe uno ni por donde le van llegar. A uno le toca una bala perdida o algo y pues hasta gente inocente muere”, dijo Claudia López, residente de Huntington Park.
Fue una ola de violencia que en menos de 5 horas dejó a cuatro personas sin vida e investigadores aún no determinan cuál pudo haber sido el motivo por el cual les dispararon.
Las autoridades informaron que las investigaciones continúan. Si tiene información le piden que la comunique a las autoridades.
Vea la conferencia de prensa completa en el canal de Youtube de Telemundo52.