LOS ÁNGELES - Lawrence Cheng, cuya familia posee siete locales de Wendy's al sur de Los Ángeles, tomó pedidos en la caja registradora un día reciente y vació cestas humeantes de papas fritas y nuggets de pollo.
Cheng solía tener casi una docena de empleados en el turno de la tarde en su ubicación de Fountain Valley en el condado de Orange. Ahora solo programa siete para cada turno mientras lucha por absorber un aumento dramático en los costos laborales después de que una nueva ley de California aumentó el salario por hora para los trabajadores de comida rápida el 1 de abril de $16 a $20.
"Simplemente recortamos lo que podemos. Programo una persona menos, y luego entro para ese tiempo que no programé y trabajo esa hora", expresó.
Cheng espera que el verano, cuando los negocios son tradicionalmente dinámicos con los estudiantes fuera de la escuela y las familias viajando o pasando más tiempo comiendo fuera, genere mejores ganancias que puedan cubrir los costos adicionales.
Los expertos dicen que todavía es demasiado pronto para determinar el impacto a largo plazo del aumento salarial en los restaurantes de comida rápida y si habrá despidos y cierres generalizados. Los aumentos salariales anteriores no necesariamente han conducido a pérdidas de empleo. Cuando California y Nueva York casi duplicaron su salario mínimo anteriormente a $15 en comparación con el nivel federal de $7.25 por hora, el crecimiento del empleo continuó, según un estudio de la Universidad de California en Berkeley.
Hasta ahora, la industria ha seguido mostrando un crecimiento del empleo. En los primeros dos meses después de la aprobación de la ley el 1 de abril, la industria ganó 8,000 puestos de trabajo, en comparación con el mismo período de 2023, según la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos. Aún no había cifras disponibles para junio.
Joseph Bryant, vicepresidente ejecutivo del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios, que impulsó el aumento, dijo que la industria no sólo ha agregado puestos de trabajo bajo la nueva ley, sino que "múltiples franquicias también han notado que el salario más alto ya está atrayendo a mejores candidatos de empleo".
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Pero muchos operadores importantes de cadenas de comida rápida dicen que están recortando horarios y aumentando los precios para mantenerse en el negocio.
"He estado en el negocio durante 25 años y con dos marcas diferentes y nunca tuve que aumentar la cantidad de precios como hice en abril pasado", expresó Juancarlos Chacón, propietario de nueve Jersey Mike's en Los Ángeles.
¿Un sándwich de pavo por menos de $10? Ahora cuesta $11.15. Si bien los clientes siguen llegando, él ve que reducen su oferta: ni bebidas, ni papas fritas, ni postre.
Dado que su negocio principal es el almuerzo, Chacón ha estado reduciendo el personal por las mañanas y las tardes. También recortó algunos empleados a tiempo parcial, pasando de 165 en total a aproximadamente 145.
No fueron sólo los trabajadores de nivel inicial los que obtuvieron un aumento salarial. Los jefes de turno, los subgerentes y todos los demás en los niveles superiores también tuvieron que recibir aumentos, y la mano de obra representa alrededor del 35% de sus costos.
"Estoy muy nervioso", indicó Chacón.
Aaron Allen, fundador y director ejecutivo de una firma global de consultoría de restaurantes, dijo que recibió llamadas de pánico de operadores y proveedores de restaurantes de California que aún se están recuperando de los cierres por la pandemia del COVID-19. Predice una división cada vez mayor entre corporaciones como McDonald's, que tienen dinero para invertir en automatización y reducir costos mediante "la reconfiguración del menú, versus cadenas más pequeñas y regionales que podrían hundirse o enfrentar una reducción importante de tiendas".
Cheng indicó que no tiene planes de despedir a ninguno de sus 250 trabajadores de Wendy's y, en cambio, ha optado por recortar las horas extras y reducir la cantidad de empleados en cada turno. También aumentó los precios del menú alrededor del 8% en enero en anticipación a la ley.
Aun así, afirmó que sus libros muestran que superó en $20,000 el presupuesto para un período de pago de dos semanas.
Jot Condie, presidente y director ejecutivo de la Asociación de Restaurantes de California, que se opuso al proyecto de ley de salario mínimo, dijo que las empresas están sintiendo simultáneamente la presión del aumento de los alquileres y los costos de los alimentos.
"Cuando los costos laborales aumentan más del 25% de la noche a la mañana, cualquier negocio de restaurantes con márgenes ya reducidos se verá obligado a reducir gastos en otros lugares", explicó Condie. "No tienen muchas opciones más allá de aumentar los precios, reducir las horas de operación o reducir el tamaño de su fuerza laboral", agregó.
Julieta García, que trabaja en Pizza Hut en Los Ángeles desde hace poco más de un año, dijo que ahora labora cinco días en lugar de seis. Pero eso no es malo, indicó, ya que puede pasar más tiempo con su hijo de 4 años. El dinero extra significa que puede pagar la factura de su teléfono celular a tiempo, en lugar de tener que cortar el servicio, y llevar a su hijo a que le revisen las amígdalas, contó.
Howard Lewis, un jubilado de 63 años que trabaja en Wendy's en Sacramento, señaló que ha estado invirtiendo su dinero extra.
"Hoy era el día de pago y compré acciones por valor de $500", indicó Lewis. También está ayudando a su exesposa a arreglar los frenos de su auto.
El gobernador Gavin Newsom dijo que el aumento era necesario para darles un salario digno a los más de medio millón de trabajadores de comida rápida del estado.
Para Enif Somilleda, gerente general de Del Taco en el condado de Orange, el aumento ha sido heterogéneo. Solía tener cuatro personas trabajando por turno. Ahora sólo tiene dos.
"Económicamente me ha ayudado. Pero tengo menos gente, así que tengo que trabajar mucho más", sentenció.