La gran mayoría de las personas infectadas con el COVID-19 se han recuperado satisfactoriamente. Sin embargo, algunos aún enfrentan efectos secundarios, meses después de haber superado la enfermedad.
Uno de esos casos es el de Eva, quien contrajo el virus a finales de 2020. Tras dos semanas de recuperación, la mujer pensó que ya estaba recuperada.
“Cuando ya pasan las 2 semanas, me hago el test y salgo negativo” cuenta Eva. “Dije, ‘uy qué bien, estoy bien’”
Sin embargo, el destino le mostró lo contrario. La enfermedad ya se había marchado, su calvario apenas comenzaba.
El cuerpo y la mente de Eva cayeron presa de las secuelas del COVID-19 durante tres meses.
“Tuve tan fuerte el dolor que sentí que estaba dando a luz a un bebé”, dice Eva.
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Aparecieron síntomas severos como catarro, resfriado, sudoraciones, miedo, ansiedad, pérdida de memoria, dolor de estómago e inflamaciones.
Los ataques de ansiedad y miedo no le permitían realizar actividades cotidianas.
“Aunque no hayan tenido muchos síntomas con la enfermedad, cuando viene este efecto prolongado, sienten como falta de respiración o una tos crónica o mucha fatiga”, destaca el Dr. Hector Flores, médico del Hospital White Memorial.
Efectos a largo plazo
Los efectos del COVID-19 a largo plazo aún están siendo investigados.
“No tenemos información suficiente para saber con exactitud qué órgano va a ser afectado con cada persona”, destaca el Dr. Flores.
Los que no se infectaron, sin embargo, también habían enfrentado otro tipo de consecuencias, como la detección de otra enfermedad, como un cáncer en su etapa inicial.
“Tal vez tuvieron miedo de ir al doctor durante la pandemia”, destaca la Dra. Yohualli Ayala, del UCLA Latino Policy & Politics Initiative. “Me preocupa lo que vamos a estar viendo en estos meses y años”.
Un estudio destaca que uno de cada 3 pacientes serán diagnosticados con depresión o ansiedad 6 meses después de haber padecido el COVID-19. También señala que quienes ya sufrían de otras enfermedades, tendrían un riesgo mayor a enfrentar estos efectos a largo plazo.
Aunque el camino todavía parece largo para Eva, espera que la pesadilla quede pronto en el olvido
“[Queremos] juntar nuestra vida como era antes”, señala Eva.