Desde este primero de octubre México tiene una nueva presidenta que gobernará del 2024 al 2030. La Dra. Claudia Sheinbaum hizo historia al convertirse en la primera mujer en gobernar el país en sus más de 200 años de historia desde su independencia.
Claudia Sheinbaum prestó juramento el martes como la primera presidenta de México, aprovechando el entusiasmo por los programas sociales de su predecesor, pero también enfrentándose a desafíos que incluyen niveles persistentemente altos de violencia.
Tras el juramento en el pleno del Congreso, los legisladores gritaron “¡Presidenta! ¡Presidenta!”, utilizando la forma femenina de presidente en español por primera vez en México.
Antes de la ceremonia de la toma de posesión, Sheinbaum publicó en sus redes sociales el emblema que representará su gobierno. Este muestra a una mujer indígena con una bandera de México en su mano izquierda. Este aparecerá en documentos oficiales durante su sexenio.
Andrés Manuel López Obrador llegó para la toma de poseción poco antes de las 11:00 a.m. mientras cientos de personas se acercaban a él para tomarse fotos con el ahora expresidente de México.
La Dra. Sheinbaum llegó a la Cámara de diputados poco antes de las 11:30 a.m. vistiendo un vestido color marfil que fue bordado a mano con aguja y el tejido con ganchillo, técnicas que reflejan la cultura ancestral del país. El vestido fue elaborado por Claudia Vásquez Aquino, de Santa María Xadani, Oaxaca, quien realiza textiles del Istmo de Tehuantepec.
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Sheinbaum hizo énfasis durante su discurso de toma de posesión sobre el momento histórico que estaba marcando en ese momento al ser la primera mujer presidenta de México. Habló sobre los triunfos alcanzados durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador y dio a conocer los pilares en los cuales basará su mandato.
Además, dijo que con su llegada llegan todas las mujeres que han luchado en el anonimato para abrirse camino en México, incluidas “las que soñaron con la posibilidad de que un día, sin importar si nacimos como mujeres u hombres, lograríamos nuestros sueños y deseos sin que nuestro sexo determine nuestro destino”.
Hizo una larga lista de promesas para limitar los precios de la gasolina y los alimentos, ampliar los programas de entrega de dinero en efectivo para mujeres y niños, apoyar la inversión empresarial, la vivienda y la construcción de trenes de pasajeros. Pero cualquier mención de los cárteles de la droga que controlan gran parte del país fue breve y casi al final de la lista.
Sheinbaum ofreció pocos cambios con respecto a la estrategia de “abrazos, no balazos” del presidente saliente Andrés Manuel López Obrador de abordar las causas fundamentales y no enfrentar a los cárteles, aparte de prometer más trabajo de inteligencia e investigación. “No habrá regreso a la irresponsable guerra contra las drogas”, dijo.
Primera mujer en asumir la presidencia de México
Sheinbaum, de 62 años, es miembro del partido político Morena, mismo del cual hace parte el saliente presidente Andrés Manuel López Obrador. Su formación como científica y académica ha marcado sus políticas incluso desde cuando sirvió como Secretaria de Ambiente de la ciudad de México del 2000 al 2006.
La presidenta electa se desempeñó como alcaldesa de la Ciudad de México del 2018 al 2023 tiempo en el cual se enfrentó a la crisis de salud pública causada por la pandemia del Covid-19.
Aunque es indudable su cercanía política con López Obrador, con quien comparte su forma de entender el papel del gobierno en la lucha contra la desigualdad, se la considera menos combativa y más centrada en los datos.
La nueva presidenta aseguró que continuará las conferencias mañaneras que caracterizaron el mandato de su predecesor. En una conferencia de prensa dijo que “ya tomé la decisión que a las 6 de la mañana el Gabinete de Seguridad y a las 7 la mañanera. Ya sé que nuestros adversarios van a decir que ‘lo mismo’, pero organiza mucho el día: iniciar muy temprano, tener el informe y después dedicarse a tener las reuniones para los avances de los diferentes proyectos”.
Sheinbaum ha insistido en recalcar su formación científica durante la campaña. Tiene un doctorado en Ingeniería Energética. Su hermano es físico. En una entrevista con The Associated Press en 2023, proclamó: “Creo en la ciencia”.
Ese bagaje científico quedó de manifiesto en las decisiones que tomó Sheinbaum como alcaldesa durante la pandemia del COVID-19, cuando la ciudad de unos nueve millones de habitantes optó por un enfoque diferente del que López Obrador propugnaba a nivel nacional.
Entre los primeros retos que enfrenta Sheinbaum, está la respuesta de emergencia ante la devastación que dejó el huracán John tras su paso por la zona del Pacífico, la violencia en diversos estados y ciudadaes como Cuiliacán y la lucha contra el narcotráfico, así como la implementación de políticas económicas que favorezcan a la población.
