
Un solicitante de asilo político venezolano, que huyó de su país natal por temor a su seguridad, fue deportado a El Salvador, según informaron sus abogados.
Andry Hernández, un abierto crítico del gobierno venezolano, solicitó asilo en Estados Unidos por temor a ser perseguido en su país.
El hombre de 31 años fue deportado el fin de semana pasado a una megaprisión salvadoreña, que, según el gobierno de Trump, pertenece a la pandilla venezolana Tren de Aragua.
El abogado negó que Hernández tuviera afiliación a ninguna pandilla.
"De hecho, es maquillador", declaró Melissa Shepard, del Immigrant Defenders Law Center. "La historia de sus fotos proporciona información de fondo sobre su amor por las artes y no tiene ninguna relación con ningún tipo de pandilla".
Shepard afirmó que Hernández vino a Estados Unidos porque creía que su vida corría peligro si se quedaba en Venezuela. Hernández, quien no tiene antecedentes penales, llegó a Estados Unidos con una cita de inmigración para solicitar asilo cuando fue detenido inicialmente, según informaron sus abogados.
NBC Los Ángeles no pudo confirmar de forma independiente las afirmaciones de su abogado. El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) no ha respondido a nuestra solicitud de comentarios sobre este caso.
La semana pasada, el gobierno de Trump invocó la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, poco utilizada, que permite al presidente deportar a extranjeros en tiempos de guerra.
Si bien algunos familiares y abogados afirmaron que algunos inmigrantes han sido acusados falsamente y atacados debido a sus tatuajes, el abogado de Hernández afirmó que sus tatuajes decorativos tienen un significado sentimental.
"Algunos de los tatuajes que tiene son flores y están dedicados a sus padres", dijo Shepard.
El abogado agregó que Andry no tenía órdenes definitivas de deportación y que no tendrá ningún recurso para regresar a Estados Unidos para continuar con las audiencias de asilo ni para regresar a su natal Venezuela.
“No nos han confirmado su paradero exacto”, dijo Shepard. “Solo nos informaron que está en El Salvador”.
La Casa Blanca declaró a NBC News que confiaba en las evaluaciones de inteligencia del Departamento de Seguridad Nacional sobre estas afiliaciones a pandillas y su delincuencia, y agregó que los inmigrantes venezolanos que fueron deportados tenían órdenes firmes de deportación.
El gobierno de Trump no ha publicado evidencia de que quienes fueron enviados a El Salvador tengan antecedentes penales o vínculos con pandillas.