Una moneda de oro que fue acuñada en 1933 llamada Double Eagle fue subastada en el 2021 por 18.9 millones de dólares.
La moneda "se vendió originalmente en el 2002 por poco más de $7 millones después de su salida al mercado. Y recientemente se vendió por casi 19 millones de dólares. Esta se destaca como la moneda estadounidense más valiosa de todos los tiempos”, explicó David Vagi, Director de Empresa de Garantía Numismática (NGC por sus siglas en inglés).
Cuando la subasta fue anunciada en marzo del 2021, se esperaba que la moneda Double Eagle fuera subastada por una suma de 10 a 15 millones de dólares. Sin embargo, esta superó las expectativas durante la subasta en Nueva York.
La moneda tiene un gran valor para coleccionistas, ya que ésta sobrevivió un hecho histórico por el cual no debería existir en la actualidad. Esta es la única moneda Double Eagle de 1933 que puede tener un dueño privado legal en Estados Unidos.
“Double Eagle, que es una pieza de oro de 20 dólares, se acuñó en 1933. Y esto sucede justo en el momento en que la propiedad privada de oro quedó prohibida en Estados Unidos. En general, se podían conservar pequeñas cantidades de oro, pero la propiedad general del oro estaba prohibida”, dijo Vagi.
POR QUÉ VALE TANTO
De hecho, en 1933 el presidente Franklin D. Roosevelt, emitió una orden ejecutiva que limitaba poseer monedas de oro. Además, el Congreso de Estados Unidos pasó Ley de Reserva de Oro de 1934, que hizo ilegal la circulación y posesión de monedas de oro. Las personas que tenían monedas de oro debían devolverlas y cambiarlas por otro tipo de divisa.
Sin embargo, la Double Eagle fue acuñada antes de la Ley de Reserva de 1934. La mayoría de las monedas de oro fueron recolectadas y derretidas a finales de ese año.
“Ya no es ilegal, pero en ese momento lo era, y la Casa de la Moneda de EEUU había acuñado estas monedas para que se emitieran tal como las acuñaron en años anteriores, y luego se dijo que ya no se podía. Entonces, solo unas pocas de estas monedas escaparon y solo es legal que una de ellas tenga un ciudadano privado como dueño”, explicó Vagi.
Esta pieza no es la única que hace parte del período de monedas de oro de Estados Unidos. El país “emitió una enorme cantidad de monedas de oro en los siglos XVIII, XIX y principios del XX, millones de ellas. Algunas sobreviven y a la gente le encanta coleccionarlas hasta el día de hoy”, dijo Vagi.
La Double Eagle fue la última serie de monedas de oro que fue acuñada en Estados Unidos finalizando una era que inició en 1795, según Museo Smithsonian de Historia Americana.
A pesar de que la mayoría de estas monedas fueron derretidas, solo dos de estas fueron autorizadas para estar en el Museo Smithsonian de Historia Americana, pero otras Double Eagle misteriosamente continuaron en circulación.
Un ejemplar de la moneda de oro fue exportada legalmente por King Farouk de Egipto. Esta estuvo perdida por más de 40 años y en 1996 reapareció en manos del coleccionista de monedas británico quien fue arrestado por agentes del Servicio Secreto en Nueva York, según el comunicado de Sothebys.
La Double Eagle hizo parte de una larga batalla legal. Finalmente, en el 2001, se resolvió que la moneda podría ser vendida legalmente en una subasta. En el 2002, la Double Eagle fue subastada por $7.5 millones y quedó en manos del millonario Stuart Weitzman, según la publicación de la revista Smithsonian.
Por lo tanto, la moneda Double Eagle de 1933 es una pieza histórica y de gran valor para coleccionistas, no solo por ser de oro, sino porque es posiblemente una de las pocas que aún está en circulación y la única que se puede poseer de modo legal.
“Puedes imaginar que tienes a muchas personas interesadas en estas piezas de oro de 20 dólares, estas dobles águilas. Si quieres un juego completo -y tener un juego completo es algo muy importante con las monedas de Estados Unidos y del mundo-, si quieres eso, debes poseer esta Doble Águila de 1933”, dijo Vagi.
Al ser la única moneda de este tipo en circulación, la Double Eagle de 1933 se ha convertido en una pieza preciosa que supera su valor nominal y buscadas por coleccionistas.
“Las monedas son una obsesión privada”, says Vagi y muchos están dispuestos a pagar millones por ellas.